El proyecto de la Base Logística del Ejército de Tierra supondrá “un cambio de paradigma” porque estará integrado por más personal civil que militar. Y eso obliga a trabajar desde ya para que cuando la BLET comience a operar, en el horizonte de 2027, esté fijado al menos la mitad del equipo, con el lanzamiento de diferentes Ofertas de Empleo Público (OEP) desde este 2023. El plan que maneja el Ministerio de Defensa pasa por ofertar 150 puestos de trabajo al año, con destino principal el parque de El Higuerón, para facilitar luego el trasvase hacia La Rinconada.

Según los datos facilitados este martes por el general Ruiz Alonso durante la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la oficina de apoyo a la Base Logística ubicada en el cuartel general del Palacio de Buenavista, en Madrid, se espera que cuando el centro esté a pleno funcionamiento -en 2035- haya “1.700 personas trabajando, 1.100 civiles”. Pero el proyecto está previsto que eche a andar ocho años antes, en 2027, con 600 empleados civiles, que se complementarán con militares.

Un "reto complicado", como así lo entienden desde el Ejército de Tierra, porque obliga a movilizar a personal desde los centros actuales, ante lo que se hace necesario un trabajo de concienciación y motivación. Un aspecto que choca, igualmente, con otros condicionantes que afectan a Defensa de un tiempo a esta parte, y que pasan por una aceleración en la pérdida de capacidades, con muchas jubilaciones y concursos de traslado, y una huida de personal en un periodo de año y medio o dos años, que empuja a "aumentar los complementos para retener un talento", algo básico con los planes de futuro de las Fuerzas Armadas.

Ahí entra en escena una de las grandes preocupaciones de presente y de futuro para los impulsores del proyecto: la formación y la enseñanza. Algo en lo que ha hecho hincapié la ministra Margarita Robles, que ha hecho un llamamiento para que se empiece a trabajar “con las generaciones más jóvenes, porque (la Base Logística) va a suponer una fuente muy importante de puestos de trabajo, de innovación y de tecnología”.

Hay que tener en cuenta que el corazón de la Base estará formado por profesionales de grado superior y medio de FP, por lo que fomentar los planes de estudios orientados a la logística y las nuevas tecnologías es un aspecto clave en el que ya lleva tiempo trabajando el Ejército de Tierra con las distintas administraciones -ya hay un canal directo abierto con la Junta de Andalucía-, las universidades, incluida la de Córdoba, y el sector empresarial.

Porque la capital -y la provincia- estaba “principalmente destinada al sector agroalimentario y tenía que cubrir esa demanda, algo que ahora hay que cambiar, porque la demanda sobre logística ya es otra”, ha señalado Ruiz Alonso, incidiendo de nuevo en ese “cambio de paradigma” que abre las puertas al personal civil, que “es un valor fundamental”. De momento, en la provincia se ofertan más de 30 ciclos formativos de familias profesionales vinculadas a la empleabilidad de la BLET, además de otros cinco relacionados directamente con la realidad virtual.

No en vano, como los diferentes actores han repetido desde que el proyecto tomó forma hace ahora casi dos años, la idea es que la Base Logística se convierta en una “punta de lanza” de la industrial 4.0, siendo un centro “estratégico, de vanguardia e innovador, que será ejemplo de sostenibilidad y elemento de desarrollo”, en palabras del Jefe de Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra (Jemale), el teniente general García y García de las Hijas.