Una bandera de Ucrania con más de 10.000 globos procesiona en Córdoba por la paz

Guerra de Ucrania

La recaudación del acto irá destinada a fletar un autobús para traer a niños refugiados

Galería gráfica: Así ha sido el acto solidario en el Vial Norte de la capital cordobesa

Bandera de Ucrania formada por 10.000 globos.
Bandera de Ucrania formada por 10.000 globos. / Juan Ayala

De azul y amarillo, 10.000 globos han procesionado por el Vial Norte de Córdoba formando la bandera de Ucrania en un nuevo acto de solidaridad que la comunidad de ucranianos en Córdoba ha organizado la mañana de este domingo. Abriendo el cortejo, como la cruz de guía y sus faroles, tres letras asomaban en grande con la palabra PAZ, un mensaje que llevan reivindicando desde hace más de un mes.

Durante el recorrido, desde el inicio del bulevar hasta la altura del Hotel Córdoba Center, algo más de medio centenar de ucranianos residentes, refugiados y voluntarios cordobeses se han sumergido entre los miles de globos en un acto "único y muy bonito" que, a pesar de las tentativas de que se celebrara de forma más multitudinaria en ciudades como Madrid o Barcelona, no ha sido negociable que tuviera lugar en otro sitio que no fuera Córdoba. Así lo ha afirmado Anna Kostyuk, propietaria de Globo Planet y una de las coordinadoras de la Asociación de Ucranianos en Córdoba.

El evento es iniciativa de otros globeros del sector repartidos por España, que se pusieron en contacto con Anna para organizar un evento de grandes magnitudes. Desde Tenerife, Badajoz, Sevilla, Granada, Málaga y Huelva han llegado hasta Córdoba para estar presentes con la población ucraniana en Córdoba.

Mujer ucraniana en el acto organizado.
Mujer ucraniana en el acto organizado. / Juan Ayala

En el otro extremo, en el punto de llegada, el grupo scouts de San Jorge Rafael y más ucranianos y voluntarios, han estado vendiendo pulseras, chapas, pegatinas, galletas y banderas de Ucrania a lo largo de la mañana para recaudar fondos. Ese dinero, ha señalado Anna Kostyuk, sufragará los 4.000 euros restantes que hacen falta para fletar un autobús -cuyo coste es de 11.000 euros- que traerá a niños refugiados desde Ucrania hasta Córdoba.

"La guerra sigue"

Sobre el escenario, Anna Kostyuk ha dirigido un mensaje de agradecimiento a todos los cordobeses por toda la ayuda recibida "que no podíamos ni imaginar" al principio. También ha transmitido un mensaje de "fuerza" a toda la población ucraniana, tanto a los que se tienen que marchar como los que se quedan allí luchando, y de "ánimo" a los voluntarios para que no cese el ímpetu de ayudar a medida que se apaga el efecto mediático.

"Aunque se hable un poco menos, la guerra sigue y nosotros seguimos sufriendo", ha querido recordar Kostyuk sin que suene a reproche, sino más bien para "que nadie se olvide". Por eso, "necesitamos que se siga colaborando" con la entrega de alimentos, ropa, material sanitario..., "porque entre todos juntos es posible que terminemos con esta desgracia".

Por último, Anna Kostyuk ha pedido "algo más de coordinación" por parte de las instituciones con la llegada de refugiados diaria, especialmente los sábados y domingo que las asociaciones "no están funcionando". En este sentido, Kostyuk ha reconocido que ellas son unas "chicas normales" y "sin experiencia" en estas cosas.

La Asociación de Ucranianos en Córdoba lleva más de un mes recibiendo las ayudas de los cordobeses desde el inicio de la guerra en el punto establecido en el Centro Comercial Los Azahares, de la avenida Guerrita. Allí los refugiados "pueden recoger comida, ropa y también apoyo psicológico a los refugiados". Además, ya han salido cuatro trailers de 25 toneladas con ayuda hacia Ucrania y la frontera con Polonia.

Olga, refugiada con un bebé y un hijo de ocho años

Olga lleva una semana en Córdoba con sus dos hijos, un bebé de dos meses y un niño de ocho años. Procedente de Kiev y tras una estancia temporal de 15 días en Rumanía, Olga llegó a España a través de uno de los vuelos gratuitos que está proporcionando el gobierno ucraniano para facilitar la evacuación de sus ciudadanos.

Desde Málaga llegó hasta Córdoba en autobús y tras una semana viviendo en un piso de acogida, Olga aún no se ha acogido al proceso de Protección Temporal porque espera estar en Córdoba "no más de dos meses" y poder retornar a su ciudad, a Kiev "cuanto antes". Ese es su atisbo de esperanza en un mar de incertidumbres. Lo que sí ha recibido es la ayuda sanitaria y la escolarización de su hijo.

De traductora hace Inna, ucraniana residente en Córdoba desde hace 19 años. Ella cuenta que están "desbordados" logísticamente, habiendo llegado a recibir hasta 80 toneladas de ayuda, y "destrozados y muy cansados" mentalmente, porque detrás de tantas horas de solidaridad se esconde una hija y su pareja "con los que apenas tengo conversaciones en el último mes y no les presto la atención que me gustaría".

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