El Ayuntamiento declara en el Pleno a Córdoba Ciudad Libre de Acoso Escolar
El Consistorio se compromete con la Asociación Cordobesa de Ayuda a Familias en Situación de Acoso Escolar (MIA) a, entre otras medidas, que cada 2 de mayo se visibilice el bullying con diversos actos y que guarde un minuto de silencio cuando haya víctima
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Córdoba es ya Ciudad Libre de Acoso Escolar. El Ayuntamiento lo ha aprobado este jueves en Pleno con el apoyo de todos los grupos políticos después de la intervención en la sesión de la Asociación Cordobesa de Ayuda a Familias en Situación de Acoso Escolar (MIA), Pilar Bascón. Este colectivo, con el apoyo de la Asociación Antibullying ABSA Sanlúcar, ha sido el que le ha demandado al Ayuntamiento la declaración.
La entidad, que trabaja desde hace algo más de un año acompañando a familias y menores víctimas de acoso escolar, ha instado al equipo de gobierno que cada 2 de mayo se sume de forma activa al Día Mundial contra el Acoso Escolar.
Esta declaración, redactada por MIA, implica el apoyo y compromiso por parte de todas las formaciones políticas en la lucha contra el bullying y a favor de una Ciudad Libre de Acoso Escolar; y la creación de una mesa de trabajo permanente, liderada por la Delegación Municipal de Educación, en la que se desarrollen políticas locales de prevención, sensibilización y acompañamiento a las víctimas y sus familias, contando con Servicios Sociales, psicólogos, educadores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, etcétera.
Además de concienciar y formar al profesorado de manera adecuada y amplia sobre el bullying, ya desde los centros de educación infantil y primaria, así como a las familias para que puedan detectar posibles casos (ya sea víctima o acosador/a) y actuar de inmediato. Al igual que en la lucha contra la violencia de género, visibilizar el acoso escolar a través de carteles en centros educativos, plazas, marquesinas, anuncios en televisión local, etcétera.
Así como brindar recursos y apoyo a las víctimas de acoso, así como a sus familias, para garantizar su bienestar y seguridad; establecer políticas internas claras y protocolos de intervención efectivos para abordar cualquier incidente de acoso que ocurra dentro de los centros escolares; y participar activamente en eventos comunitarios y promover campañas institucionales para sensibilizar a la sociedad contra el bullying y trabajar en la creación de entornos seguros.
También evaluar y revisar regularmente las políticas y prácticas para garantizar su eficacia y adaptabilidad a las necesidades cambiantes de la comunidad; y fomentar la empatía y el respeto entre los estudiantes a través de programas de educación emocional y habilidades sociales.
Y, por último, celebrar cada 2 de mayo el Día Mundial contra el Acoso Escolar, de forma que el Ayuntamiento convoque a medios y ciudadanía para realizar una concentración a las puertas del Consistorio, se desplieguen banderolas o emblemas conmemorativos, se dé lectura a un manifiesto en defensa de los derechos de la infancia y de la convivencia escolar, y se sume activamente a cualquier evento que haga visible esos días tan relevantes en la lucha contra el acoso escolar.
Cifras alarmantes
Desde MIA se destaca que el último informe PISA (2024) refleja "cifras alarmantes": el 15,8% del alumnado en España sufre acoso varias veces al mes. Y que como añadido a lo anterior, el Observatorio de la Infancia en su informe sobre el impacto del acoso escolar en el rendimiento académico en España, pone de manifiesto que uno de los efectos del bullying es el deterioro de las habilidades sociales del alumnado que sufre acoso, empobreciendo su rendimiento académico con un impacto equivalente a la pérdida de entre tres y cinco meses de educación en comparación con el alumnado no acosado.
También se destaca que el acoso destruye al menor en numerosas ocasiones y provoca desde la baja autoestima, depresiones, ansiedad, trastornos fóbicos, estrés postraumático, hasta pensamientos suicidas y, en su término, la pérdida de la vida. Así como que la gran mayoría de investigaciones apuntan a que un alto porcentaje de quienes hoy acosan, serán mañana posibles delincuentes, abusadores en el trabajo, acosadores o maltratadores de sus parejas, así como grandes opresores de los Derechos Humanos.
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