La ampliación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba: "Es una cuestión de urgencia"

La Facultad de la Filosofía y Letras es uno de los edificios emblemáticos de la Universidad de Córdoba. Ubicada en la plaza del Cardenal Salazar, en plena Judería, adolece de la falta de espacio desde sus orígenes. No en vano, en su origen académico sirvió para dar clases de la rama de las Humanidades y también de Derecho. Sin embargo, el paso del tiempo y la llegada del Plan Bolonia puso en evidencia que se había quedado pequeña para dar cobertura a todo su alumnado y profesorado y el nuevo método de enseñanza universitaria.

Ahora, la UCO ha encontrado una solución, aunque de carácter temporal, para solucionar esta falta de espacio en este espacio, al que cada día acuden alrededor de dos mil universitarios. La cesión por parte de la Junta de Andalucía de la sede de la Delegación de Empleo, situada en la calle Manríquez -a escasos metros de plaza del Cardenal Salazar- va a permitir a la institución académica redistribuir los espacios.

Se trata de una medida ansiada por la gran mayoría de todos los equipos decanales de la Facultad de Filosofía y Letras. El actual, liderado por Javier Martín Párraga, se ha congratulado por ella, si bien, ha reconocido que a pesar de todo "la situación de Filosofía y Letras sigue siendo muy insostenible".

Martín Párraga ha señalado a El Día de Córdoba que el de la plaza del Cardenal Salazar "es un edificio maravilloso, un edificio de tres centenarios, pero muy complicado de mantener y, en el que se han hecho muchos esfuerzos por parte de los diferentes equipos rectorales". En esta línea, ha reconocido que el inmueble "a todas luces se nos ha quedado pequeño, teniendo en cuenta que estamos hablando de varios miles de alumnos". Como ejemplo de la falta de espacio, ha explicado que el comedor de profesores se está utilizando para la docencia.

Es por ello, que el decano ha insistido en que la ampliación en el inmueble de la calle Manríquez representa y supone "un valor positivo, porque está muy cercano y está ya en uso". No obstante, ha reconocido que para su adecuación, será la propia Universidad la que tendrá que hacer una inversión, si bien, no ha podido cuantificar la misma, ni tampoco cuándo será viable el traslado de parte de las dependencias. Eso si, ha recordado que la intención de la Junta de Andalucía es firmar el acuerdo "lo antes posible porque para Filosofía y Letras es una cuestión de urgencia".

La falta de aulas y de despachos para el profesorado son las principales necesidades de la facultad. Al respecto, el decano ha afirmado que hay muchos docentes que tienen que compartir despacho y otros que, incluso, no tienen. Por ello, la idea es que el edificio de la calle Manríquez sea un inmueble "satélite de Cardenal Salazar". La idea, ha continuado, "es empezar a utilizarlo lo antes posible y utilizarlo para impartir mejor docencia".

La solución, la Zona Militar

Esta medida adoptada será de carácter provisional porque, según ha recordado Martín Párraga, puesto "nuestro horizonte de expansión natural es la antigua Zona Militar; no podemos renunciar a ella".

Un proyecto para el que tampoco hay fecha inicial. Fue en diciembre de 2023 cuando la UCO adquirió este emblemático espacio de la Trinidad por más de 2,4 millones de euros. Tras la compra, el rector, Manuel Torralbo, se mostró confiado en que las obras pudieran iniciarse en el plazo de dos años, pero por el momento no hay un horizonte temporal claro.

Hay que recordar que el proceso se inició bajo el mandato de José Manuel Roldán Nogueras al frente de la UCO, allá por 2009, pero que impulsó de manera definitiva el actual consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, que también estuvo al frente de la Universidad durante ocho años.

"Somos uno de los centros de la UCO que más dobles grados tenemos. Nuestros problemas siempre son los mismos; la falta de espacio y el mantenimiento", ha concluido.

De convento a acuartelamiento

Los orígenes del cuartel de la Trinidad, ubicado en pleno casco histórico, se remontan al siglo XIII cuando se construyó el convento de esta orden religiosa tras la reconquista de Córdoba. En época barroca sufrió una considerable transformación y como testigo de dicha intervención se conserva la iglesia, actualmente en manos de la Diócesis de Córdoba. El resto del convento fue desamortizado en 1836 y una vez en manos del Estado fue destruido en su totalidad para levantar el edificio que actualmente se ve desde la calle Lope de Hoces.

Han sido numerosas las propuestas que en la última década se han presentado para rehabilitar este espacio que sufre las consecuencias del paso del tiempo. Es más, fue en el año 2000 cuando se comenzó a negociar la reversión de los cuarteles para la ciudad y entonces se pensaron varias utilidades para este recinto, pero hasta el momento no ha llegado a cuajar ninguna.

En su momento, el Ayuntamiento de Córdoba llegó incluso a apostar por adquirir la totalidad de la Zona para el desarrollo de un programa que consistía en la construcción de un gran aparcamiento en la zona centro y una biblioteca pública. La falta de acuerdo entre el Ministerio de Defensa y el gobierno municipal impidió una operación en la que perdió interés el Consistorio por la construcción del aparcamiento del Paseo de la Victoria, la biblioteca de Lepanto y el desarrollo de un equipamiento similar en los jardines de Agricultura.