La almunia omeya que duerme bajo la tierra que se incendió en la ronda Oeste de Córdoba

Cuando el pasado 24 de junio un incendio junto a la ronda Oeste movilizó a los bomberos de Córdoba, nadie podía imaginar que debajo de esa zona de pastos duerme una almunia del siglo X hallada durante las obras de la citada circunvalación en el año 2004.

Pocas personas podían imaginarlo, salvo quienes trabajaron sobre el terreno en su descubrimiento y, posteriormente, en su ocultación bajo la tierra a la espera de su puesta en valor, y algún vecino de la zona que aún recuerda la importancia de dicho hallazgo. Así fue preciamente cómo la que fue directora de la excavación, la arqueóloga Cristina Camacho, se enteró de lo que había sucedido.

"Todos pasamos por debajo de ese túnel y vemos escrito Túnel de la Almunia, pero creo que nadie se pregunta por qué", señala Camacho. El único túnel que estaba previsto en esa obra era el de Los Omeyas, que discurre bajo las vías del tren, pero este gran hallazgo arqueológico obligó a cambiar el proyecto y aumentó el presupuesto. "Para salvar los restos se hizo otro túnel, de forma que estos se quedaran arriba sin que nadie los tocara", apunta.

La arqueóloga recuerda que se hizo una gran inversión pública para mantener el yacimiento, ya que el objetivo era que "se protegiera para ponerlo en valor en un momento dado, para que se visitara y para que diera lugar a una intervención patrimonial que al final nunca se ha hecho, desgraciadamente".

Los restos arqueológicos ocupan una zona de unos 3.000 metros cuadrados y, "más que almunia en sí, se identifican con una gran residencia de rasgos palatinos". La planimetría del yacimiento la realizó César Pérez, mientras que Rafael Valera hizo reconstrucciones virtuales de cómo podría haber sido esa vivienda. Además, Camacho y un compañero pusieron en marcha un perfil en Facebook sobre este descubrimiento con el nombre de Ronda Oeste. Arrabales occidentales de Madinat Qurtuba.

Sin una figura de protección

Esta profesional asegura que desde el Servicio de Arqueología del Ayuntamiento se conoce este yacimiento, igual que otros restos que aparecieron y se conservaron cuando se hizo la ronda Oeste. Sin embargo, "aquello ni está identificado como yacimiento, ni hay ningún cartel que lo indique, o sea, no hay absolutamente nada". Ninguno de los restos que aparecieron está actualmente protegido.

Es más, "hay infinidad de vestigios arqueológicos que se han ido quedando dispersos por la ciudad" y que tampoco cuentan con ninguna figura de protección. Esto "nos plantea una serie de cuestiones"; por ejemplo, alguien podría hacer una pintada en el aljibe que hay en la rotonda del Hipercor, que también apareció en las obras de la ronda Oeste, y, si lo pillan, "no tendrían por qué hacerle nada porque no está protegido a nivel de papeles, de administración".

La almunia se cubrió con geotextil, con grava y con tierra para protegerla del movimiento de tierras por las obras y con la intención de que se pusiera en valor. "Sobre esa tierra han salido matojos, sobre esos matojos han salido árboles y aquello ha desaparecido a la vista de todo el mundo", lamenta la arqueóloga. "Se quedó ahí en el olvido y cuando empezaron a pasar los coches por la ronda, todo el mundo se olvidó de que eso estaba ahí", asevera.

La residencia de un ciudadano de la élite

La almunia es un edificio del siglo X en el que podría haber vivido alguien de la élite de la época omeya. El edificio está distribuido en distintos patios, algunos pavimentados con losas de caliza, otros con pozos noria... y alrededor de ellos hay distintas habitaciones que tendrían diferentes funcionalidades. Por ejemplo, un patio de servicio, un patio donde viviría la familia de la persona que ocupaba la vivienda, un patio de representación al estilo de los grandes patios que tiene Medina Azahara...

Camacho recuerda que había una parte que estaba más deteriorada o arrasada porque había un horno de cal posterior al siglo X, pero, en general, se observaba "muy bien la distribución, se podía ver muy bien la pavimentación y tenía una buena lectura estratigráfica".

En definitiva, fue "un hito arqueológico" en el sentido de que en la ronda Oeste se excavaron "muchísimos arrabales, como luego se han ido excavando en el plan parcial O7".

En las obras de la ronda Oeste también salieron a la luz una mezquita -junto a la antigua facultad de Agrónomos- y un pequeño baño que se conservaron. La primera está también cubierta con geotextil, grava y tierra, "esperando ponerse en valor".

Otro de los hallazgos fue un "aljibe precioso" junto a la actual pista de helicópteros del 061, cerca del Hospital Reina Sofía. En este caso, "también se hizo un proyecto para hacer unas escaleras para hacerlo visitable", destaca Camacho. Tampoco está señalizado. De hecho, "en esa zona la carretera prácticamente se queda sin arcen, pero creo que nadie se da cuenta de que aquello está allí, parece una piedra que se ha caído de algún sitio", apunta.

"Veinte años después todavía me sigo preguntando por qué esto no se señaliza; no lo entiendo, la verdad", asevera esta profesional.

Denuncia del colectivo de arqueólogos

Al conocer la noticia, Cristina Camacho se puso en contacto con el Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía, Letras y Ciencias de Córdoba (CDL Córdoba), al que pertenecen los arqueólogos, que expresó su preocupación y su "pesar por la situación de abandono del yacimiento arqueológico de la denominada Almunia de Ronda Oeste, uno de los pocos espacios conservados para recordar y conocer la vida en la Córdoba del siglo X".

En el lugar, "no hay ningún elemento que indique que ahí se conserva, tras una importante inversión pública, un yacimiento arqueológico de gran interés", señaló el colegio en un comunicado firmado por su decana, Silvia Carmona. "Es crucial destacar que el yacimiento arqueológico de la ronda Oeste supone una de las escasas muestras conservadas de edificaciones de una de las épocas de mayor relevancia de la historia de nuestra ciudad, cuando Qurtuba fue la capital de Al-Ándalus y este estado ocupaba la mayor parte de la península ibérica", apunta.

Desde el colegio profesional apelan a que "nuestro patrimonio, que tanto trabajo y recursos costó documentar y conservar, sea tratado de forma que investigadores e interesados, así como las personas que visitan nuestra ciudad, tengan elementos para conocer y disfrutar de los restos de las diferentes culturas que conformaron nuestro pasado". Desde la organización colegial reiteran "la importancia de preservar nuestro legado histórico" y solicitan "la colaboración activa de todas las partes involucradas en este proceso".