Casi nueve horas después de que se iniciara el pleno, tras eternos debates sobre cuestiones que hasta se escapan de las competencias municipales, llegó la bronca. Fue a raíz de una moción presentada por IU y defendida por el concejal Francisco Martínez rechazando el recurso que el Gobierno ha presentado al decreto antidesahucios de la Junta. En este tema salió a relucir -además de los papeles de Bárcenas- la información sobre la casa que el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, compró a una entidad bancaria después de que su propietario fuera desahuciado y Martínez se defendió acusando al alcalde de haber hecho lo mismo. Se refería a la polémica vivienda adquirida por el regidor en la calle San Fernando que IU ha sacado a la palestra para denunciar, primero que la fachada no cumplía con la normativa y, después que fue comprada tras un proceso de desalojo en el inmueble.

Y el alcalde explotó. Confesó que llevaba tiempo callando para que no pareciera que se tenía que justificar y contó todo lo relativo al proceso de adquisición del inmueble: que llevaba vacío 40 años, que el propietario vivía enfrente y tenía un negocio de alojamientos y que llegó a un acuerdo con la entidad financiera para entregar la vivienda a cambio de las deudas. También aclaró en una intervención contundente que dejó a la bancada callada, que se enteró de la oferta a través de una agencia inmobiliaria y después descubrió que pertenecía a Cajasur, que en ese momento estaba dirigida por el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) tras haber sido intervenida.

"Está atentando a la verdad y a mi honor y por muchas veces que diga una mentira no se va a convertir en verdad", aseguró José Antonio Nieto, que además acusó al portavoz de IU, Francisco Tejada, de ser un "cobarde". Tanto a él como al edil Francisco Martínez los invitó a retractarse de sus declaraciones, algo que consiguió a medias. En una réplica del debate a cuenta de un ruego de IU, Tejada llegó a reconocer que también ha cometido actos reprochables, pues pasa los veranos en una casa de Trassierra que no tiene papeles, aunque aclaró que pertenece a un familiar político.

Precisamente el alcalde presidió ayer el Pleno ante la ausencia del edil Luis Martín. Le tocó una de esas sesiones eternas en las que se habla de lo humano y lo divino y al final, llegó su momento. Nieto se quedó a gusto porque hasta ahora no había encontrado la forma de dar su versión de este asunto, algo que ayer la oposición le brindó en bandeja después de casi nueve horas de Pleno.