Economía

El alcalde de Córdoba defiende que "se buscó el mal menor" con la apertura de comercios sin límite de horario en temporada alta

Comercios del barrio de La Viñuela.

Comercios del barrio de La Viñuela. / Juan Ayala

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha defendido este viernes que "se buscó el mal menor para todas las partes" en el acuerdo alcanzado con la Junta de Andalucía para implantar en la ciudad la nueva zona de gran afluencia turística, que permitirá a los comercios abrir sin límite de horario en Semana Santa, abril, mayo, septiembre y octubre. 

Las declaraciones llegan tras la protesta llevada a cabo por el sindicato de CCOO el jueves, que pedían al alcalde mediar ante la Junta para dar marcha atrás a esta decisión. Ante ello, Bellido ha defendido que "el recorrido de la situación ya se conoce" y es que Córdoba está obligada a implantar una zona de gran afluencia turística, que flexibiliza los horarios comerciales de acuerdo a ciertos parámetros, por tener una población de más de 100.000 habitantes y registrar más de 600.000 pernoctaciones en los últimos ejercicios económicos, tope que la ciudad también rebasa de sobra, con 1,6 millones de noches de hotel de media entre los años 2017 y 2019, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, es una obligación para la ciudad. 

La primera propuesta que hizo el Ayuntamiento de la ciudad fue implantarla solo en el Casco Histórico de Córdoba (tal y como estaba antes), pero los técnicos de la Junta consideraron que esa idea no estaba justificada y era inviable, por lo que se corría el riesgo de ampliar la zona a toda la ciudad durante todo el año, una situación que, a juicio del alcalde, traería peores consecuencias. 

Con esa amenaza, el Ayuntamiento impulsó un acuerdo entre los pequeños comercios y las asociaciones afectadas para buscar una alternativa, que finalmente fue la de abrir durante cuatro meses: abril, mayo, septiembre, octubre, y en Semana Santa, temporada alta en la ciudad. El alcalde ha expresado que entiende "que no sea se de su agrado", en referencia a los trabajadores, pero que la norma "está para cumplirla y respetarla", porque está con el visto bueno de la Junta y los implicados. 

Además, el alcalde considera que "si volvemos a abrir ese melón, podemos acabar peor", es decir, con la apertura sin límites de horarios en toda la ciudad y durante todo el año, que era la alternativa que se consiguió descartar. 

Los trabajadores consideran que los trabajadores "van a tener que sacrificar su conciliación por la decisión unilateral de la Junta de Andalucía de ampliar salvajemente la apertura en domingos y festivos”, y aseguran que no se va a contratar más personal, sino que las empresas "van a sobrecargar a los trabajadores y trabajadoras, desplazando horarios y cambiando domingos por un día entre semana" para cubrir. 

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