Córdoba

El agua entra en el aeropuerto y paraliza las obras del nuevo puente

  • Las subcontratas aseguran que habrá que rehacer parte de los trabajos de reforma

AENA tuvo que cerrar ayer la operativa del aeropuerto de Córdoba como consecuencia del desbordamiento del Guadalquivir y la entrada masiva de agua en las propia pista de aterrizaje y despegue, la única disponible en las instalaciones. Si el martes 23 el agua llegó hasta la zona de expansión de la nueva pista, convirtiéndola en zona de amerizaje, ayer por la mañana, la dirección del aeródromo ordenó el cierre de las instalaciones como consecuencia de la imposibilidad de su uso con seguriodad.

Fuentes de AENA, explicaron que, dada la peculiaridad del aeropuerto, no se tuvo que suspender ningún vuelo programado, ya que la mayor parte de los usuarios de las instalaciones renuncian a utilizar sus aeronaves cuando se anuncia mal tiempo, dado que se trata de vuelos para fines agrarios y recreativos, lo que ha minimizado las consecuencias de este problema generado por la riada.

A primera hora de la mañana, la pista de aterrizaje presentaba una lámina de 150 metros de agua, de los 1.800 que componen la pista de aterrizaje. Horas más tarde, el agua había bajado hasta los 50 metros de ocupación del aeródromo, que seguían imposibilitando su apertura por motivos de seguridad. AENA efectuaba ayer un seguimiento de las condiciones de la riada con el objetivo de abrir el aeródromo, que funciona desde el amanecer hasta el ocaso, en cuanto fuese posible. Las instalaciones del equipamiento no han resultado afectadas todavía.

Las empresas que trabajan en la reforma del aeródromo saben que lo ocurrido es un verdadero problema para el desarrollo de las mismas. En principio, explica Antonio Barea, la maquinaria no se ha visto afectada por la entrada del cauce en la zona de obras. Sin embargo, buena parte de los trabajos realizados hasta el momento, sobre todo los relativos al movimiento y nivelación de tierras, tendrán que repetirse. "Quedará inservible", afirmó.

El agua penetró en las vallas del aeródromo y ha anegado toda la superficie de la ampliación resultante de la demolición de las viviendas de Fontanar de Quintos, La Altea y Guadalvalle. El problema ahora es también de plazos, de tiempo.

"Es inviable reiniciar las obras hasta dentro de un tiempo", explicó. En primer lugar, las subcontratas tienen que esperar a que se retiren las aguas y a que el terreno se asiente. Después, llegará el proceso de evaluación de daños y saber qué es lo que se tiene que reparar. Una de las cuestiones que tienen que aclarar las instituciones implicadas en el proyecto es qué va a cambiar en el proyecto para proteger la zona de futuras avenidas.

Otra gran actuación que se ha tenido que paralizar es la construcción del puente de Ibn Firnas, perteneciente a la Variante Oeste, que ayer presentaba una situación verdaderamente extrema, con la lámina de Casillas muy cerca de la plataforma que se encuentra instalada. La actuación ha tenido que ser abandonada ante la posibilidad cierta de que se produjese un problema grave con los operarios que trabajan en la estructura y que ahora encaran la recta final del proceso con la creación de las dos grandes arcadas y de la pasarela definitiva. El puente se encuentra apoyado todavía en los pilares provisionales, que no han sido retirados aún.

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