¡Adiós a los perritos del Lucas! El mítico bar cordobés echa la persiana de manera definitiva

Gastronomía

El popular local de la calle Valladares se despide de su fiel clientela tras más de 60 años

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Rafael Gómez, en la barra del bar Lucas / El Día

16 de mayo 2025 - 16:13

Córdoba/Es definitivo. El emblemático bar Lucas de Córdoba, archiconocido por sus famosos perritos calientes, ha echado el cierre tras más de seis décadas de actividad, aunque en sus primeros años fue una pequeña tienda de ultramarinos. Su propietario, Rafael Gómez, ha tomado esta difícil decisión tras estar detrás de la barra y sirviendo sus míticos perritos caliente de manera ininterrumpida durante 55 años. La de este viernes ha sido la última jornada en la que ha servido estos bocadillos, aunque ya no lo ha hecho a sus innumerables clientes, sino a sus familiares en una despedida íntima.

"Hoy cerramos por nuestra parte. Ya estoy jubilado", ha señalado Rafael Gómez a El Día de Córdoba dentro del local de la calle Valladares, que ya está cerrado al público. Hace un par de meses, el local echó la persiana por un bache de salud de Rafael, que tenía la intención de volver a abrir las puertas al mejorar. Sin embargo, tras "haber pasado una racha mala, cerramos", ha añadido.

Con la emoción a flor de piel y recibiendo innumerables felicitaciones por parte de los numerosos clientes que conserva -también a través de las redes sociales-, el responsable del bar Lucas se muestra confiado en que "se vuelva a reiniciar la actividad, casi igual que la nuestra". Por el momento, no da pistas de quién se puede poner a los mandos del local por el que han pasado "cuatro generaciones de cordobeses". "Han sido muchos años y por aquí ha pasado mucha gente", ha subrayado.

"Tengo mucha fe en que vuelva abrir y hay varias posibilidades, pero yo estoy regular", ha insistido. Y es que su deseo es que el bar Lucas se mantenga abierto, además de por su historia, "por la calidad y por los sabores de los perritos".

Fue cuando apenas tenía 13 años cuando Rafael Gómez sirvió su primer perrito en el Lucas y este viernes, tras cinco décadas y media detrás de la barra servirá el último, pero en esta ocasión, de manera íntima a su familia -su mujer y su hijo-, quienes le han mostrado su total apoyo en estos días de despedida. "Ellos han visto que estaba mal y se han dado cuenta de que no podía seguir", ha añadido, al tiempo que ha recordado que la profesión que ha ejercido durante todo su vida es "muy sacrificada porque cuando los demás se divierten, tienes que estar sirviendo y trabajar los fines de semana y festivos". "Estoy recibiendo mucho cariño desde el primer día y felicitaciones por todos lados; me han pedido que no me vaya", ha reconocido.

A partir de este próximo sábado, Córdoba se queda sin otro local de gastronomía típico, mientras que Rafael se dedicará a "descansar y vivir, lo que no he hecho antes", ha concluido.

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