El acusado de matar a un vecino de Rute dice que disparó para disuadirlo
El ganadero relata que cogió la escopeta al percatarse de que la víctima entró a su finca durante la noche
El vecino de Rute acusado de matar a un hombre que accedió a su finca supuestamente para robar reconoció ayer ante el juez que disparó en dos ocasiones, pero sin la intención de acabar con la vida del supuesto ladrón, sino para disuadirlo. Incluso, relató en su declaración que actuó "presa del pánico" después de que la víctima lanzase un bloque de cemento a la ventana tras la que él se ocultaba.
El acusado, que prestó declaración en la sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, señaló que el día del los hechos, el 27 de noviembre de 2010, se encontraba acostado en la finca de su propiedad cuando, sobre las 21:00, escuchó el ladrido de los perros, lo que lo sobresaltó. De inmediato, se percató de que el ganado también se encontraba "alborotado", por lo que decidió salir a una habitación contigua al refugio de los animales para comprobar qué ocurría. En ese momento, aseguró que distinguió la silueta de tres personas, a pesar de la oscuridad de la noche, y que, incluso, pensó que uno de ellos portaba un arma blanca por la posición de sus brazos.
El imputado relató que cogió la escopeta y que la cargó con dos cartuchos "presa del pánico". A continuación se dirigió hacia una ventana que daba al exterior, a un corral al aire libre, donde se encontraban los tres presuntos ladrones. Desde esta posición señaló que les gritó para advertirles de que se marcharan de la finca, pero aseguró que la respuesta de ellos fue tirar hacia la ventana varios objetos, entre ellos, un bloque de cemento que rompió el cristal. En ese momento, como reacción al golpe dice que se agachó y sacó el arma por la ventana y disparó en dos ocasiones, sin saber en un principio que habían impactado sobre el cuerpo de la víctima.
Tras este episodio, el acusado aseguró que llamó a la Guardia Civil de forma inmediata, pero, al no recibir respuesta, su siguiente llamada la hizo a la Policía Local. A los pocos minutos se personaron los agentes en el lugar donde se encontraba el cadáver de la víctima.
En el momento de los hechos, la víctima, según la calificación del fiscal, tenía en una mano una pequeña navaja abierta y llevaba oculta entre la manga del jersey un cartón de vino de un litro casi vacío, arrojando un resultado positivo de 2,46 gramos de alcohol por litro de sangre. Días antes de "su muerte violenta", agrega el fiscal, se trasladó con un conocido a Rute, donde pasó varias noches en una cochera y solía ser visto, "a veces bebido", en el parque de dicha localidad en la que suelen reunirse los ciudadanos marroquíes que buscan trabajo.
Por estos hechos, el Ministerio Público pide para el acusado una pena total de ocho años de prisión, con la atenuante de confesión y eximente incompleta de legítima defensa por un delito de asesinato.
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