El acusado de matar al cura dice que le obligó a tener relaciones
El procesado asegura que el sacerdote le ordenó ponerse de rodillas y que cogió un radiador e hizo el amago de golpearlo, por lo que sintió miedo y se defendió
Una discusión desencadenada por una relación sexual no consentida pudo ser el móvil que llevó a Vasile Tudose, un joven de 22 años, a golpear hasta la muerte con un radiador al sacerdote de Villafranca en el mes de julio de 2007. Aunque tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular intentaron difuminar las aristas del crimen, fue el letrado de la defensa, Manuel Fernández Poyatos, quien sacó a relucir los detalles más sórdidos de un crimen con tintes pasionales: "Su negativa a ser sujeto activo de una felación es el verdadero móvil", aseguró el abogado. Durante el interrogatorio, la defensa no escatimó detalles para meter en contexto al jurado popular.
El supuesto asesino y la víctima se habían conocido varios años atrás por mediación de un amigo del párroco. Vasile Tudose, originario de Rumanía, residía en la localidad de Bujalance, donde ejercía como temporero. Un día, tras invitarlo a unas copas, el sacerdote le ofreció un trabajo como albañil. Fueron a su casa y allí le propuso hacerle una felación: "Dije que sí porque me dio trabajo", justificó el procesado, quien relató que sus emolumentos mensuales alcanzaban los 1.500 euros. Pero en esa suma, aparte de su trabajo como obrero, se incluía una "prestación sexual". "Mis compañeros no ganaban tanto", aseguró el procesado, quien confesó que él no era homosexual, sino que tenía novia y que "lo hacía por dinero".
El día del crimen, Vasile Tudose pasó toda la tarde en la piscina con sus amigos y, según narró, se tomó una decena de cubatas. Sobre las 20:00, volvió a casa del religioso conduciendo un vehículo que éste le prestaba y entre los dos se desencadenó una discusión, al parecer, por ponerse al volante con unas copas de más: "Un año antes había tenido un accidente con un coche suyo porque iba borracho. Tenía tres coches y compró otro", recordó el presunto agresor. Durante la cena, el joven bebió más alcohol y luego se sentó un rato en el sofá a ver la tele en casa del sacerdote mientras esperaba a unos amigos para irse a un club de alterne con 200 euros que le había dado la víctima.
Pero, en el último momento, el plan cambió y Vasile Tudose se quedó en la casa de su víctima. "No quería que condujera borracho", narró. El joven estaba viendo la tele cuando el sacerdote lo llamó desde su habitación: "Estaba en calzoncillos y excitado y me dijo que me desnudara, pero no me quité la ropa", continuó su relato. El sacerdote, al parecer, le pidió que le hiciera una felación y él se opuso: "Me dijo que me pusiera de rodillas y me cogió del cuello, y yo le dije que como siguiera en ese plan lo iba a pagar. Yo no hacía eso, quería que le chupara lo suyo", relató al jurado.
El sacerdote, al parecer, cogió un radiador e hizo el amago de golpearlo: "Me sentía muy nervioso, muy asustado, ofuscado. Me subió algo", contó Vasile, quien supuestamente le arrebató el radiador de las manos y se lo tiró sobre la cabeza. "Temí que me diera, y yo le di a él", dijo. Éste fue el primero de una sucesión de golpes que destrozaron la cabeza del religioso. Tras dejarlo inconsciente, el joven cogió uno de los vehículos de la víctima y huyó en dirección a Madrid.
En mitad del viaje se paró por el camino para descansar y reponerse de la intoxicación etílica, según contó. Más tarde, por la radio, escuchó los boletines de noticias sobre la muerte del párroco y, tras recapacitar sobre lo que había hecho -siempre según su declaración- decidió entregarse. Así que, una vez en Madrid, se dirigió a la estación de autobuses y sacó un billete de vuelta a Córdoba. Los agentes de la Guardia Civil que seguían sus huellas lo detuvieron en la dársena mientras esperaba la salida del autocar.
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