Medio ambiente

El abandono animal, un problema que crece cada verano en Córdoba

Perros del Centro de Salud y Bienestar Animal de Sadeco.

Perros del Centro de Salud y Bienestar Animal de Sadeco. / Juan Ayala

Un verano más las perreras y los centros de acogida de animales de Córdoba advierten acerca de la irresponsabilidad que supone abandonar a una mascota, además de estar penado con una multa de uno a seis meses o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días tal y como lo recoge la Ley Orgánica 3/2023. A pesar de que la concienciación contra el maltrato animal cada vez es mayor y las sanciones son más duras, siguen siendo muchos los dueños que abandonan a su suerte a sus perros o gatos cuando se marchan de vacaciones.

En Córdoba el abandono animal es un problema que se acentúa especialmente en esta fechas. Así lo confirma Verónica López, técnico del departamento de comunicaciones de la Empresa Municipal de Saneamiento de Córdoba (Sadeco), que asegura que este aumento se debe a que "las familias se marchan de viaje y no tienen donde dejar a sus mascotas", aunque la realidad es que esta es la excusa perfecta porque "o no tienen responsabilidad económica" como para hacerse cargo del animal, o "no pueden dedicarle tiempo".

López advierte de que las cifras de abandono de animales en Córdoba "se están repitiendo" con respecto a las de un 2022 en el que los abondonos aumentaron: el Centro de Salud y Bienestar de la capital acogió en todo el año pasado a un total de 2.385 animales, 100 más que en 2021. De ahí que la preocupación ante esta problemática siga en aumento y más en verano cuando, como asegura la técnico de Sadeco, "hay más animales abandonados".

El centro perteneciente al área de Salud y Bienestar de Sadeco, de hecho, está cerca de su límite de capacidad, ya que cuenta ahora mismo con cerca de 250 animales a la espera de que alguien los adopte (el 99% de ellos perros y gatos). De ahí que desde la institución estén promocionando por redes sociales y diferentes medios una campaña de concienciación contra el abandono animal y la búsqueda de alternativas antes de llegar a este acto tan inmoral y deshumano.

"Cada vez hay más conciencia con este tema, pero hay que ser más responsable", señala la técnico de Sadeco, quien recuerda la importancia de "adoptar de forma responsable" y recomienda a aquellos que se van de vacaciones en verano que no pueden o no quieren llevarse a su mascota, que opten por centros de acogida y residencias de animales.

Sube la demanda en las residencias caninas

Abandonar a un animal jamás debe ser una opción. Es por eso que en temporada estival, cada vez más cordobeses recurren a las residencias caninas para dejar a sus mascotas bien cuidadas cuando se marchan a disfrutar de unas merecidas vacaciones. Una de las referentes de la capital y la única cercana al centro de la ciudad es el Centro de Bienestar Animal y ludoteca canina Rastadog, ubicada en el Pasaje San Sebastián, 2.

Pese a que solo es el segundo año que está en funcionamiento, esta residencia se encuentra especialmente en verano hasta arriba de solicitudes de dueños que quieren dejar a sus perros en buenas manos mientras no están en casa. Así lo explica David Morales, gerente del negocio y coach canino con más de 14 años dedicados al bienestar de los perros, quien admite que en verano "llega la demanda más alta de todo el año".

Aunque el aforo máximo diario es de diez perros, ya que Rastadog presta un servicio premium en su espacio de 300 metros cuadrados que incluye 24 horas de residencia con peluquería, guardería sin jaulas y adiestramiento; David pone el foco la necesidad de recurrir a residencias caninas no solo en verano, sino durante todo el año con el objetivo de mejorar la educación de los perros, ya que "muchos abandonan a sus mascotas por problemas de conducta y conseguir un buen adiestramiento es esencial para evitar el abandono".

"Es crucial que existan residencias con personal cualificado que no solo mantengan a los animales cuando sus dueños no están, sino que también los adiestren", comenta el instructor canino, quien, mientras los cordobeses siguen marchándose de vacaciones, acoge y enseña a todo tipo de perros en una temporada estival que para el cuidado canino tiene un gran enemigo: el calor. De hecho, David lamenta que "Córdoba sea una ciudad poco preparada para el bienestar animal", pues sus calles "no están adaptadas al paseo de los perros" por culpa de las altas temperaturas.

Como reivindica el experto en el cuidado de los perros, "los parques caninos de la ciudad apenas tienen sombra ni fuentes donde refrescarse". Y es que, con el deseo de tener una capital adaptada al bienestar canino y de que el abandono animal desaparezca por completo, tanto a la ciudad como a la ciudadanía todavía le queda un largo camino por avanzar en el cuidado y el respeto hacia los considerados como el mejor amigo del hombre.

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