La artista Zahara se ha subido al escenario del Gran Teatro de Córdoba para deleitar al público cordobés con su personal voz y estilo. La cantante jiennense presentó las nuevas canciones de su último trabajo, Puta, además de interpretar algunos de sus éxitos pasados. 

Comenzó este viaje de emociones, con el tema Flotante, para continuar con canciones llenas de ritmo como Crash, Canción de Muerte y Salvación e Inmaculada Decepción. Todas ellas con la presencia de dos músicos en el escenario, y la compañía esporádica de dos bailarinas que interpretaban cada letra. 

El concierto se dividió en tres actos, donde hubo tiempo para las canciones más íntimas y de estilo indie, hasta la nueva faceta de la artista radicada en el techno y baile, y es que, este último trabajo, está marcado por la electrónica, llevando así a Zahara a una puesta en escena totalmente diferente. 

La artista cogió su guitarra para interpretar El fango, tema que estuvo acompañado por las palmas y el ritmo del público. El deshielo, Ramona y El Frío son otros de los temas interpretados por la cantante, natural de Úbeda, en esta primera parte del concierto. 

Al dirigirse al público, la artista recordó que uno de sus último conciertos, antes de la pandemia, fue precisamente en el Gran Teatro de Córdoba. Ahora, nuevamente, tras "sacar toda la mierda vivida y convertirla en canciones" volvió al escenario del que se despidió hace más de un año. 

Tras la ovación del público, una asistente le espetó un "valiente", algo que la artista agradeció y comentó que "tras lo vivido en este mes y medio, estar y cantar tiene más importancia". 

La segunda parte del concierto llegó con temas como Taylor, compuesto durante el confinamiento, tal y como Zahara confesó, además de Guerra y Paz, La gracia y Negronis y Martinis, para este último tema, se quedó sola en el escenario en compañía de su guitarra. 

En la última parte de esta cita musical, tuvo lugar los temas más techno, canciones como Jocker, Merichane, Hoy la Bestia cena en casa y Berlin U5. La coreografía era gran protagonista de estas últimas letras. 

Para concluir, Zahara se enfundó en un vestido confeccionado por su paisano, el diseñador Moisés Nieto, realizado a base de manteles y servilletas que había en su casa y pertenecientes a su abuela Isabel, este vestuario representaba el "verdadero lujo, "el llevar una prenda que sólo tú puedas ponerte y cada textil está lleno de satisfacción". 

Con este vestuario y descalza, Zahara interpretó el tema Dolores, con el que cerró un viaje emocional y artístico que completa lo que Merichane inició en enero de este año.