Sanidad

Vivir con celiaquía en Córdoba: "Hasta un vaso de agua me sentaba mal"

  • La Asociación de Celíacos cuenta con más de 200 asociados en la provincia

  • La compra de un paciente celíaco aumenta en más de 800 euros al año

Emilio Naranjo Trenado y Elena Quiles Toledo, miembros de la Junta Directiva de la Asociación de Celíacos de Córdoba.

Emilio Naranjo Trenado y Elena Quiles Toledo, miembros de la Junta Directiva de la Asociación de Celíacos de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Las cada vez más opciones sin gluten en los supermercados no responden a dietas para adelgazar, sino a facilitar la vida de las personas que viven con celiaquía. Y es que para los celíacos, según la Asociación de Celíacos Córdoba (Aceco), la única medicina válida es comer sin gluten y eso implica evitar a toda costa los productos con cereales como trigo, así como la contaminación cruzada entre alimentos, utensilios de cocina o aceites para freír. 

"Hasta un vaso de agua me sentaba fatal", comenta Elena Quiles, que forma parte de la junta directiva de Areco, quien fue diagnosticada de adulta, a sus 31 años. Ese diagnóstico le cambió la vida y su forma de relacionarse con los alimentos, sobre todo en entornos sociales. "Primero me dijeron que era ansiedad, adelgazaba sin razón y tenía muchos problemas gastrointestinales", cuenta mientras recuerda lo difícil que fue dar con la razón de sus problemas y lanza un dato: "Solo el 1% de las personas están diagnosticadas, hay mucha gente que lo es y no lo sabe". 

Para estos pacientes, el consumo de gluten, aun en pequeñas cantidades, ocasiona daños a nivel intestinal y retirarlo de la alimentación permite la desaparición de síntomas, normalización de la serología y recuperación de la atrofia de las vellosidades intestinales.

Es por ello que para los celíacos una de las situaciones más difíciles, una vez superada la etapa del diagnóstico, es lidiar con el cambio que supone dejar de comer cereales del todo, que se dice fácil, pero supone dejar atrás una cantidad de alimentos muy amplia y común en la dieta diaria. Desde el pan, las tartas o magdalenas, la pizza -los más evidentes- hasta la cerveza, los helados de barquillo, el roscón de Reyes o mantecados en Navidad o el salmorejo, parte de la dieta del cordobés y casi esencial al salir de copas o reservar en un restaurante de la provincia. 

Y esta situación se ha facilitado en los últimos años, cuando el abanico de opciones tanto en supermercados como en la hostelería se ha ampliado, de manera que en Córdoba hay al menos dos obradores especializados en pan y bollería sin gluten, por ejemplo. "La diferencia es brutal", comenta Elena, que cuenta cómo en los años 80 y 90 "no existía nada" de opciones para los celíacos. 

El mapa de la celiaquía en Córdoba

Las leyes también han ayudado a que mejore la situación para los pacientes con la introducción de las etiquetas de los alérgenos tanto en los productos de supermercado como en la carta de los restaurantes. Así, el mapa de la celiaquía en Córdoba incluye establecimientos como Bodegas Mezquita, El Obrador de Sensibles, Restaurante Las Delicias, El Churrasco, Pizzaiolo, Restaurante Sociedad Plateros María Auxiliadora, La Salmoreteca, Restaurante Celia Jiménez, Amaltea, Arena Bar, La Sultana, además de franquicias nacionales e internacionales como 100 Montaditos, Ginos, McDonalds, Burger King, Starbucks, Domino's o Telepizza.  "Yo antes tenía que salir con un bocadillo en la mochila o un taper", cuenta Quiles, quien ahora con amigos y familia van a restaurantes donde ofrecen opciones sin gluten. Por ello, anima a los hosteleros de Córdoba a incorporar más opciones a la carta porque, además, a nivel económico significa un movimiento grande, pues "donde puede comer un celíaco puede comer toda la familia".  

La compra, 800 euros al año más cara

Según el informe anual de precios de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España, la cesta de la compra de una familia donde uno de sus miembros padece la enfermedad tendrá un aumento en el gasto de 17,61 euros a la semana, 70,43 euros al mes, y de 845,20 euros al año, en relación con otros consumidores. Como ejemplo, mientras 100 gramos de pan de barra normal cuesta 0,24 euros, uno sin gluten tiene un valor de 1,10 euros. 

De acuerdo con la revisión realizada, el coste de los productos sin gluten es notoriamente superior al coste de productos corrientes con gluten: 22,96 euros frente a 9,11 euros de diferencia. En 2022, según reza este mismo informe, "la mayor diferencia de precios entre productos con y sin gluten se encuentra en el pan tostado, en el pan rallado y en la harina de panificación, a diferencia de años anteriores, donde los productos más costosos eran los de bollería sin gluten". En 2021, los productos sin gluten más costosos fueron las magdalenas y galletas de chocolate

"En la industria alimentaria, retirar el gluten de productos específicos implica sustituirlo por otras materias primas que, por lo general, se encuentran con menos frecuencia y un tanto más costosas incrementando en consecuencia el precio del producto final", es la explicación de la brutal diferencia. Y es que a pesar de los avances existentes en la producción de alimentos y la cada vez más elevada oferta, no dejan de tener un coste elevado en comparación con otros productos alimenticios destinados a la población general.

Por razones como estas, la Asociación en Córdoba instala su propia caseta en la Feria para que los cientos de celíacos que hay en la ciudad puedan disfrutar de la comida los días de fiesta. Además, organizan entre mayo y junio varios encuentros y talleres informativos, como el que tendrá lugar el próximo 4 de junio en la Diputación de Córdoba con conferencias educativas, investigación, venta de productos sin gluten y hasta cata de cervezas aptas para estos pacientes. 

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