Festividad de la Asunción

La Virgen de Acá brilla otro 15 de agosto en su reencuentro con las calles de Córdoba

La Virgen del Tránsito en su regreso a las calles de Córdoba.

La Virgen del Tránsito en su regreso a las calles de Córdoba. / Juan Ayala

Parece que nada ha cambiado, pero todo huele a nuevo. Las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz (San Basilio) se vuelven a abrir otro 15 de agosto para conmemorar la festividad de la Asunción. Sale puntual la Virgen del Tránsito, la de Acá, como la bautizaron los vecinos del Alcázar Viejo para diferenciarla de la otra Virgen del Tránsito que descansaba en San Agustín, la de Allá.

El aroma de los nardos y del incienso, las banderolas que cruzan la calle de balcón a balcón, el talán-talán de las campanas, las mantillas blancas y los costaleros haciéndose la ropa en el relevo... "No es nada diferente", respondía Bonifacio Gómez, vicehermano mayor del Tránsito, instantes antes de comenzar el camino hasta la Santa Iglesia Catedral. Como si el tiempo se hubiera detenido y nada hubiera ocurrido, pero no es así.

Fue en el año 1864 cuando se documentó la primera salida procesional de la Virgen de Acá por las calles de su barrio, aunque se intuye que ya llevaba varios años haciéndolo. Al menos, así lo constata la propia Hermandad del Tránsito, basada en las crónicas de los periódicos de la época. Desde entonces, ha acudido ininterrumpidamente a su cita con los cordobeses, salvo en cinco ocasiones: del 1931 al 1934 por la II República, y durante los dos últimos años, 2020 y 2021 -realizó un Via Lucis íntimo fuera de la iglesia-, por la pandemia. 

Tras este parón histórico, las sensaciones de los hermanos se resumían en "alegría". Por retomar esta rutina anual de preparar su salida a las calles y por estrenar todas las novedades a las que se han dedicado a lo largo de estos dos años. Encima del paso brillaba la urna, que fue restaurada en 2021 por el taller del artista sevillano Enrique Castellanos y, aunque ya se vio durante el rezo del año pasado, seguía despertando las ganas de verla andando. También lucían un nuevo estandarte que la hermandad adquirió hace unos años y que ha sido restaurado recientemente.

Tres toques al martillo y la llamada del nuevo capataz, José Alberto Roldán Sánchez, que se dirigía a los 25 costaleros que calza el paso -aunque la cuadrilla ronda los 60- para pedir salud y gloria. Acto seguido, se levantaban los móviles como si fueran ciriales buscando la instantánea; también se levantaban los aplausos: la Virgen estaba ya en la calle.

El recorrido de este año se ha visto aminorado por una pequeña apuesta de la Hermandad en reducir el tiempo en la calle y evitar el calor, aunque la temperatura era bastante agradable. Diez minutos desde la iglesia hasta el relevo, antes de cruzar por primera vez el Arco de Caballerizas. El itinerario de la Virgen del Tránsito está lleno de momentos especiales como éste, aunque "la salida y la entrada siempre tienen ese pequeño matiz que se saborea más", reconocía Bonifacio Gómez. 

Precisamente, la hermandad se tenía guardada la guinda para su regreso al barrio, antes de la entrada, para estrenar el himno compuesto por uno de los hermanos y dedicado especialmente, junto a una marcha, a la Virgen de Acá. 

Los cordobeses también respondieron en multitud al encuentro con el Tránsito de Córdoba, una de las imágenes cordobesas que despierta un gran fervor popular. Centenares de personas acompañaron al cortejo por la plaza de San Basilio, la calle Enmedio (calle San Basilio a la vuelta), las Caballerizas Reales, Amador de los Ríos, Corregidor Luis de la Cerda y Magistral González Francés, hasta su entrada a la Mezquita-Catedral por la Puerta de Santa Catalina, previo a su paso por el Patio de los Naranjos, antes de ingresar en la Santa Iglesia Catedral para realizar, en su interior, la genuflexión ante el Altísimo.

Los sones de la banda Tubamirum, de la localidad cordobesa de Cañete de las Torres, despidieron la Asunción de la Virgen María otro 15 de agosto en Córdoba, después de dos años, como si no hubieran pasado. Tras ésta, son pocas las festividades que quedan por recuperar en el calendario, cerrar una etapa y firmar, definitivamente, la vuelta a la normalidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios