Tradición

Córdoba se rinde a la Virgen de Acá

  • La titular de la Hermandad del Tránsito vuelve a salir el día 15 de agosto para hacer estación de penitencia en la Mezquita-Catedral con el fiel acompañamiento de sus devotos

Detalle de la Virgen de Acá.

Detalle de la Virgen de Acá. / Juan Ayala

La Virgen del Tránsito –también conocida como la Virgen de Acá– ha realizado su tradicional salida por las calles de Córdoba en la tarde-noche del 15 de agosto.  A pesar de haber sido una jornada de abanicos, muy presentes alrededor de la procesión, los más fieles no han querido perderse el recorrido de la Virgen de San Basilio hasta la Mezquita-Catedral y su vuelta por la ribera.

A las 20:00, muy puntual, el paso cruzaba el umbral de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz. Los objetivos de cámaras y móviles se preocupaban por inmortalizar el momento en el que se iniciaba la tradicional salida veraniega que celebra la asunción de María, no sólo desde la plaza de San Basilio sino también desde los balcones y ventanas que daban a cualquiera de las calles por las que la Virgen yacente pasaba.

Bajo el paso, 30 costaleros organizados en seis trabajaderas conformaban su andar, mientras que otros tantos aguardaban fuera el relevo mientras reponían las fuerzas necesarias para procesionar en una tarde típica de agosto cordobés.

El calor, no obstante, se vio incapaz de combatir la pasión con la que los costaleros portaban a su Señora a hombros por el camino de gloria hacia la estación de penitencia. Los asistentes aplaudían cada levantada que realizaban desde la primera, dentro del templo, hasta la última antes de entrar, con la noche como respaldo.

Junto a ellos, la banda Tubamirum, procedente de Cañete de las Torres, ponía notas a la pasión de los fieles que no despegaban la mirada del paso. Los músicos, ataviados de blanco y negro, acudieron a la cita como llevan haciendo 15 años.

Antes de que se abriesen las puertas de la iglesia, la banda ya llamaba a la Virgen de Acá con su música, anunciando que venían a buscarla , y esperaron respetuosamente a que el paso hubiese salido para comenzar las sucesivas marchas cuyo ritmo repetían algunos de los presentes con sus propios pies, a pesar de lo estrecho de algunas de las calles.

Con todo esto, Córdoba se rindió una vez más a la Virgen de Acá, que demostró que la fe no conoce de fechas y dejó nuevas instantáneas que perdurarán en el tiempo a su paso por la Mezquita-Catedral o en su encuentro con el Guadalquivir.

La Hermandad del Tránsito culmina así el culto a su Señora, en un año en el que el paso ha continuado con las restauraciones previstas y ha estrenado el frontal. Un año más, la Virgen de Acá ha traído la emoción a quienes deseaban verla caminar por una ciudad que ha demostrado que es suya.

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