Aunque los éxitos de los trasplantes de órganos que se realizan en el Hospital Reina Sofía son los más conocidos, también hay muchas novedades en otros campos, como el de los injertos de córnea, incluso en un año tan difícil como ha sido 2020 por la pandemia del covid-19. En ese sentido, los oftalmólogos del centro sanitario han aplicado técnicas pioneras en los últimos años que han abierto nuevas posibilidades quirúrgicas y han mejorado la calidad de vida de los pacientes.

Una de las personas que se ha beneficiado de estos avances ha sido Juan Francisco Cobo, un jiennense de 49 años que tiene una enfermedad degenerativa (distrofia de Fuchs) que hace que su córnea pierda transparencia de forma progresiva, lo que provocó que, llegado un momento, no pudiera ver. Los oftalmólogos del Reina Sofía han conseguido hacer un trasplante en sus dos córneas y ha podido recuperar su vida e incluso reincorporarse a su trabajo en solo 30 días.

En 2015 le diagnosticaron esta enfermedad y, después de pasar por varios centros y operaciones, en 2016 llegó al Reina Sofía. Este fue un año muy importante para él, según ha contado este viernes a través de una videoconferencia, ya que nació su hijo y también lo pusieron en lista de espera.

En 2017 lo operaron de ambos ojos y "fue un milagro porque recuperé totalmente la visión, volví a tener trabajo y a cuidar de mi hijo". Es decir, volvió a su vida normal, algo que para él fue "increíble". Sin embargo, en 2020 de nuevo tuvo problemas en un ojo (el derecho) y el equipo del Reina Sofía lo volvió a intervenir. Le hicieron un trasplante de córnea que ha hecho que ya vea "estupendamente".

Gracias a las "manos prodigiosas" de los profesionales de Oftalmología, este paciente ha podido recuperar su vida y agradece que "tras más de cinco años de pérdida de visión, no solo hayan podido devolverme mi calidad de vida, sino que además, lo hayan hecho con un trato excelente".

Juan Francisco ha apelado a la solidaridad de la población porque "sin los donantes este milagro no podría haber ocurrido". "Un momento de dolor lleva a millones de momentos de alegría", ha señalado sobre este acto "generoso que lleva a que muchas personas puedan realizar una vida normal como la mía".

El oftalmólogo del Reina Sofía Javier Giménez Almenara ha explicado en la presentación del balance de 2020 de la actividad trasplantadora del hospital cordobés que el sistema "nos ha permitido seguir progresando" y que esto incida de forma positiva en los pacientes, como ha ocurrido con Juan Francisco. 

Según ha indicado el especialista, en el programa del trasplante de córnea "hemos mantenido el ritmo habitual de actividad todo el año a excepción de los meses de abril y mayo, donde nos vimos obligados a reducir por la pandemia", a lo que ha añadido que "el año pasado pusimos en marcha la técnica DMEK (queratoplastia endotelial de membrana de Descemet), que nos permite mejoras en los resultados y en la recuperación del paciente".

Antes los trasplantes se hacían injertando la córnea completa, pero en los últimos años se cambia solo la capa de la córnea que está afectada, por lo que el posoperatorio es más rápido y el paciente recupera antes su vida. Este avance es precisamente del que se ha beneficiado Juan Francisco Cobo.