Córdoba

Testigos del fiscal ratifican los abusos y las agresiones en la Cruz Blanca

  • Otros aseguran que "jamás" vieron hechos ilícitos contra los discapacitados de la residencia

Un grupo de testigos propuestos por la Fiscalía y por la Sociedad Cordobesa de Tutela ratificó ayer durante el juicio los supuestos episodios de abusos sexuales y malos tratos a discapacitados de la residencia de la congregación de la Cruz Blanca, según informaron fuentes judiciales. Ninguno, no obstante, habría sido testigo directo de los supuestos tocamientos, de los que fueron conocedores por comentarios de las propias víctimas, dijeron las mismas fuentes. Los testigos sí relataron algunos de los episodios de supuestas agresiones recogidas por el fiscal en su informe de acusación contra el hermano Manuel Ortiz, como tirones de pelo o golpes.

Entre las personas llamadas a declarar, estuvo una extrabajadora social que fue despedida y que mostró ayer "mucho interés en hablar muy mal" del religioso. Si bien la testigo no expresó que sentía animadversión hacia el principal acusado, sí se puede extraer esta conclusión de sus palabras, según dijo al término de las sesiones el abogado defensor de uno de los acusados, Luis Roldán. El letrado consideró que las agresiones relatadas por los testigos pueden considerarse "actitudes para corregir determinadas posturas" de los residentes.

También declararon testigos propuestos por la defensa, entre ellos dos médicos que colaboraron en la residencia y que hablaron "fantásticamente bien" de los tres procesados. Según el letrado, subrayaron que "jamás" tuvieron conocimiento de hechos ilícitos contra los residentes, porque en ese caso lo habrían denunciado. La vista oral llega hoy a su cuarta sesión con la intervención de cuatros peritos, cuyos informes se consideran clave para el desenlace del caso. En cuanto al planteamiento de las conclusiones finales, podrían postergarse para el lunes debido a que algunas de las partes tienen problemas de agenda el viernes.

El hermano Manuel Ortiz, que dirigió la residencia hasta 2010, se enfrenta a una pena de 20 años y seis meses de cárcel. El Ministerio Público, en concreto, lo acusa de la supuesta comisión de diez delitos de maltrato y tres de abusos sexuales, al tiempo que también acusa de abusos sexuales al otro franciscano y al excuidador nocturno, que se enfrentan, respectivamente, a tres y seis años de prisión. Fuentes consultadas informaron de que en la sesión de ayer algunos testigos habrían hecho referencia a supuestos abusos no recogidos en los escritos de acusación.

Según el informe provisional del fiscal, entre 2007 y 2010 el hermano Manuel Ortiz habría utilizado un "rigor innecesario" a la hora de corregir las conductas de los residentes, a quienes habría agredido "de forma habitual". Se habrían producido guantazos, tirones de pelo y diversos golpes. El fiscal también describe en su escrito tocamientos a algunos residentes y apunta que "a todas sus víctimas les decía que tales hechos eran un juego y les aleccionaba de que si decían algo los echaría del centro". La causa se abrió en 2009 tras una denuncia anónima ante la Policía Nacional y el propio Ministerio Fiscal.

Hasta el momento, las contradicciones de las propias víctimas y de los testigos han marcado las sesiones. Los tres acusados, por su parte, defendieron el lunes su inocencia ante el juez. El hermano Manolo, en concreto, explicó que fue "el ánimo de venganza" lo que motivó la denuncia que dio lugar al proceso. Se trataría de una "venganza", según dijo, por parte de algunos trabajadores con los que el religioso tuvo "puntualmente" algún "problema". El juzgado de lo Penal número 3 ya condenó en junio de 2010 a cinco años de cárcel a un voluntario y aspirante a entrar en la congregación de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca en Córdoba por cometer tres delitos de abusos.

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