Surgenia impulsa 32 proyectos de innovación en el sector alimentario

El proyecto coordinado por el Centro Tecnológico Andaluz de Diseño (Surgenia), con sede en Córdoba, ayudó en su cuarto año de implantación bajo la marca Valora a 32 empresas andaluzas del sector agroalimentario en la aplicación de proyectos de innovación. Según explicaron desde Surgenia, el objetivo desde sus inicios era hacer más competitivo el tejido industrial andaluz mediante estrategias de diferenciación, de manera que se generen sinergias y valor añadido en las empresas del proyecto frente a sus competidoras y lograr un mayor éxito en el mercado. Para eso, en 2009 Valora contó con la participación de cuatro centros tecnológicos del sector agroalimentario andaluz, entre los que estaban el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (Ctaqua), la Fundación para las Tecnologías Auxiliares de la Agricultura (Tecnova), el Centro de Innovación y Tecnología del Olivar y del Aceite (Citoliva) y el Centro Tecnológico de la Agroindustria (Adesva).

Además, la directora de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) de Surgenia, Dori Ramos, indicó que impulsan hoy en día este proyecto "para que en Andalucía se diseñen productos con identidad, función y emoción" y definió Valora como "un proyecto de aplicación de la innovación al mercado que busca la diferenciación de los productos agroalimentarios andaluces". Para llevar a cabo su objetivo, Ramos explicó que adaptan los productos a los nuevos consumos y estilos de vida.

Esta iniciativa nació en 2006, coordinada por el Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra (CTAP), formado por un técnico y un director. Desde su primer año, ofreció sus servicios a siete empresas, tres de las cuales vieron como sus proyectos eran implantados. Asimismo, en 2009 ayudó a un replanteamiento estratégico dirigido a la innovación de 32 empresas. De este modo, diez de éstas ya han empezado a poner en marcha las acciones que concretarán su diferenciación en el mercado. Además, el equipo multidisciplinar de Valora, con la colaboración de los centros tecnológicos, ha dado un paso importante hacia uno de sus objetivos, que las pymes sean más competitivas a través de unos productos y servicios que estén más orientados al mercado.

En sus cuatro años de vida, el proyecto ha prestado colaboración a más de 180 empresas mediante estrategias diferenciadoras. Dentro de estas actuaciones, un 70% se enmarcó en el sector del diseño gráfico, mientras que un 15% supusieron un rediseño del producto de la empresa.

Por último, un 10% conllevaron la puesta en marcha de una investigación de mercado.