Sólo cuatro colegios tendrán el próximo curso aulas portátiles

Apenas cuatro colegios públicos contarán el próximo curso con aulas prefabricadas, según informaron ayer fuentes de la Delegación de Educación. En total y, según los datos ofrecidos por el área que dirige Antonia Reyes, estos cuatro centros impartirán parte de sus clases en media docena de módulos portátiles, que a su vez estarán divididos en varias aulas.

El pasado curso fueron 32 los módulos prefabricados que se acondicionaron en diferentes colegios, por lo que desde Educación destacaron la reducción en el número de caracolas para el próximo curso, que comienza dentro de una semana. Un hecho que, a su juicio, responde a la conclusión de las obras de mejora que se han realizado en los últimos años y que han posibilitado la eliminación de este tipo de instalaciones en los centros.

El colegio Guillermo Romero Fernández es uno de los cuatro centros que tendrá que impartir parte de sus clases en este tipo de aulas. Ubicado en la zona de Alameda del Obispo, el Guillermo Romero Fernández mantiene desde 2003 las caracolas por la falta de espacio que presenta. En septiembre de ese año, el colegio tuvo que instalar las aulas para dar cabida a su alumnado, ya que su capacidad era para unos 250 alumnos y en los últimos años ha acogido a más de 400 escolares. Es más, el centro, que acoge a niños de cuatro urbanizaciones cercanas: Majaneque, Casillas, El cortijo del Alcaide y La Golondrina, está a la espera de que se lleve a cabo su ampliación, por parte de la Junta, para poder eliminar estas aulas prefabricadas.

Junto al Guillermo Romero Fernández, el colegio Mediterráneo también mantendrá este curso sus aulas prefabricadas, las mismas que se instalaron hace un par de años también por la falta de espacio en sus instalaciones. A estos centros dos se suman el colegio Santa Bárbara, situado en la barriada periférica de Cerro Muriano, y el centro Antonio María Calero, ubicado en Pozoblanco, añadieron las mismas fuentes, que no pudieron precisar al número de alumnos que recibirán clases en estos espacios. Lo único que manifestaron es que "serán menos de 200", aunque no concretaron la cifra exacta.

El año pasado, la cifra de caracolas fue de 68 -en 32 módulos- y los alumnos afectados unos 1.700, mientras que hace un par de años la Delegación de Educación tuvo que habilitar 32 aulas provisionales que utilizaron alrededor de 800 niños. En el curso 2007-2008 y, según los datos de la Delegación de Educación, el número de escolares que tuvieron que recibir sus clases en este tipo de aulas -un total de 46- fueron unos 1.100.