Savia nueva para el concurso

La renovación y la incorporación de nuevos concursantes es fundamental para el avance de la Fiesta de los Patios, que ayer vivió su segunda jornada con una buena asistencia de visitantes. Cinco nuevos participantes aportan a esta edición más color, savia nueva y más diversidad para enriquecer este patrimonio inmaterial. Los recintos de las calles Alfonso XII, número 29; Manchado, número 6; Pedro Fernández, 6; Diego Méndez, 11, y San Basilio, 15, son los patios que este año se añaden a la lista de concursantes y en la mayoría de las ocasiones también abren sus puertas por primera vez al público.

El matrimonio formado por Iluminada Zafra y Jacinto Muñoz es el propietario de la casa de la calle Alfonso XII, 29, cuyo patio llevan preparando desde hace unos cuatro años añadiendo macetas para embellecerlo. Es la primera vez que se presentan a concurso y ha sido "uno de mis mayores retos y una gran alegría cuando nos han escogido", explica Zafra. La pareja ha contado con la colaboración y ayuda de su vecina, Paqui Cuadra, que también ha aportado macetas al patio.

Aunque su marido era más reticente a participar en la Fiesta de los Patios, Iluminada Zafra asegura que ahora están muy orgullosos de haber sido elegidos por la comisión porque además este año han "preparado el patio más a conciencia, poniendo más macetas, decorándolo y pintándolo". Ave del paraíso, begonias, farolillos chinos, incienso, rododendro, plumas de indio o cuerno de alce son algunas de las plantas y flores de las que se puede disfrutar en él.

Otra de las nuevas incorporaciones a concurso es el patio de la calle Pedro Fernández, número 6, perteneciente a una casa de vecinos y que han ido decorando entre todos. Lo han preparado "más que el pasado año -cuando ya intentaron presentarse- pero menos que el año que viene", asegura Paco Nieto, uno de sus cuidadores. Su decoración es muy cordobesa, con mantones de manila, abanicos, vino e incluso un cuadro de la Chiquita Piconera, y los visitantes pueden encontrar begonias, geranios, gitanillas, rosales o surfinias, entre otras.

A la tercera va la vencida. O eso le ha pasado a Concepción Campoy y a su marido, propietarios de la casa situada en la calle Manchado número 6, que este año han conseguido incorporarse al concurso. Hace 16 años que habitan esta vivienda, reformada guardando la tradición cordobesa, y hace unos cinco años que empezaron a engalanar su patio con flores y plantas.

Campoy se siente "ilusionada y muy orgullosa" de haber sido elegidos precisamente tras haber declarado la Unesco a los Patios como patrimonio inmaterial de la humanidad y alaba "la labor de los voluntarios", que ordenan y distribuyen a los visitantes.

Geranios y gitanillas, zarcillos de la reina, surfinias, rosales, azaleas, rododendros, espinas de cristo, tagetes, solanas, helechos o buganvillas son algunas de las plantas que se exhiben en este patio.

Tras 12 años mimando las flores de su patio, en esta edición Ana Balbuena, de la casa de la calle Diego Méndez, 11, ha decidido presentarse a concurso. "Éste era el momento oportuno y sabiendo lo que hay hemos querido prepararnos a conciencia", manifiesta. Malagueña de nacimiento, esta propietaria se confiesa una "enamorada de los patios" y espera "gustarle a muchos aunque sea poquito".

Balbuena asegura que ha "apostado mucho" para incorporarse al concurso y ha ido incrementando el número de macetas de cara a la fiesta. "Es como un concurso de misses, gana el patio más bello", apunta. En su recinto se pueden encontrar dalias, calas, aspidistras, camelias, begonias alas de ángel, rosas, azaleas, rosas crasas, amarilis e incluso un limonero y un olivo.

En la calle San Basilio número 15 se localiza otro de los patios nuevos en el concurso. Ángel Araújo, uno de sus cuidadores, apunta que el vivir en un barrio muy típico de patios los ha animado a participar y preparar de forma especial el recinto. "Resulta una gran satisfacción que nos elijan para formar parte de la Fiesta y porque esto además aporta inyección económica a la ciudad", añade este cuidador.

Araújo expone que desde que abrieron al público el pasado miércoles han tenido "un lleno a todas horas" y como primerizos en el concurso "no estamos acostumbrados a ver tal cantidad de gente entrar por tu puerta". En su patio cuentan con más de una treintena de flores y aunque por su tamaño "no podemos competir con patios de 1.000 macetas, apostamos por otro estilo más coqueto".

Todos saben que la competencia es dura y que la antigüedad pesa en este concurso pero "para ser novata me enorgullece sólo enseñarlo, con eso me sobra", concluye Zafra. En eso coincide Nieto, que confiesa que no le preocupa "la competencia, el premio es que me digan lo bonito que está porque ya es un reconocimiento que nos hayan dejado entrar en el concurso ya que este año se ha apostado más por la calidad". A su vez, Campoy manifiesta que no le preocupa ganar porque sabe que "la competencia está reñida, siempre he visitado los Patios y estoy muy contenta por mostrar ahora el mío".