El Sindicato de Enfermería Satse ha vuelto a denunciar "la defectuosa implantación del Código Ictus en Córdoba". Según la organización, Córdoba "sería la provincia andaluza en la que con más limitaciones se ha instaurado" este programa que pretende dar una respuesta lo más inmediata posible ante cualquier paciente que sufra una patología como pueden ser las hemorragias y/o infartos cerebrales.

Una respuesta rápida del sistema sanitario y un tratamiento urgente pueden evitar lesiones fatales e incluso el fallecimiento de estos pacientes, resalta Satse. Igualmente, se facilita una mejor y más precoz recuperación del afectado.

Sin embargo, según denuncia el sindicato, "la Unidad de Ictus, encargada de atender y estabilizar a estos pacientes, no cuenta con la dotación suficiente de enfermeras para asegurar una atención segura y de calidad a los mismos".

De hecho, serían necesarias "dos enfermeras por turno" para que la atención se prestase "en condiciones óptimas en esa unidad" ya que los pacientes ingresados presentan un estado de salud crítico y precisan de una vigilancia continua y estrecha.

Pero Satse no solo ha denunciado esta "grave falta de enfermeras" sino que, además, advierte de que concurren "una serie de deficiencias que están empeorando la situación en esta unidad".

Entre ellas destacan el carecer de "un celador propio o no disponer, en numerosas ocasiones, de camas libres para atender a los nuevos ingresos que llegan de forma urgente". En este sentido,Satse recuerda que el Reina Sofía es centro referente para atender a los ictus de las provincias de Córdoba y Jaén.

Según ha denunciado el sindicato, la primera deficiencia que afecta a estos pacientes es que "el Reina Sofía solo cuenta con un equipo de Radiología Intervencionista de guardia que no atiende de forma exclusiva a las posibles urgencias del Código Ictus surgidas en ambas provincias, lo cual supone un serio riesgo en caso de coincidir dos urgencias a la vez o de encontrarse el equipo de guardia ya atendiendo a otro tipo de urgencia". Este "incomprensible cuello de botella no se ha solucionado a pesar de las numerosas denuncias de Satse", lamentando que "se esté esperando a que ocurra una desgracia para poner solución al mismo".

Por otro lado, si los pacientes son ingresados en la Unidad de Ictus y "tienen la mala suerte de hacerlo en un turno de tardes, de noches o durante un fin de semana, solo serán atendidos por una única enfermera, con la que es imposible garantizar una atención como la que estos pacientes requieren". Lo mismo ocurre si no tienen cama disponible en la unidad, "recibiendo entonces el primer tratamiento de choque, el cual puede provocar ciertas complicaciones, en un pasillo sobre una camilla".

Otro "déficit" con el que se enfrentan los pacientes ingresados en la Unidad de Ictus es que, en caso de empeorar su estado y precisar ingreso en UCI para proporcionarles soporte ventilatorio con un respirador, "son intubados en la propia Unidad sin contar con las enfermeras necesarias para ello, poniendo en severo riesgo a los mismos como consecuencia de esta forma de proceder".

Finalmente, cuando el paciente recibe el alta, en caso de precisar rehabilitación y tratamiento fisioterápico, lo reciben "en unas instalaciones obsoletas, masificadas, con un déficit importante de fisioterapeutas, sufriendo una dilatada lista de espera y en salas no adaptadas a su patología en las que no cuentan con un entorno silencioso y tranquilo imprescindible para ellos".

Por todo ello, Satse exige a la Dirección del Hospital Reina Sofía que "ponga en marcha las actuaciones necesarias para que los pacientes que sufren un ictus y que son ingresados en nuestro hospital no reciban una atención de menor calidad y más insegura que en el resto de las provincias andaluzas en las que el Plan Andaluz de Ictus ha sido implementado en mejores condiciones".