San Eloy pierde el control de la manzana de empresas joyeras
Procórdoba da por finiquitado el acuerdo y procederá a vender por su cuenta y por concurso el 69% del espacio, que no han adquirido los miembros del colectivo
Dos años después de que acabara el primer plazo establecido por un convenio que hubo de ser prorrogado, la empresa municipal Procórdoba ha decidido dar por finiquitado el acuerdo con la asociación San Eloy ante la imposibilidad de este colectivo por encontrar socios que tuvieran una posición económica suficiente como para adquirir suelo en lo que pretendía ser el Parque Joyero dos. Formalmente, la decisión que adoptará Procórdoba en su consejo de administración de hoy es vender el espacio disponible en el mercado libre bajo el método del concurso con el objetivo de dirigir este proceso desde la institución municipal. El problema radica en que el resto del espacio, lo que San Eloy no ha logrado colocar, asciende al 69% de los 67.000 metros cuadrados que se reservaron para la actividad joyera.
Este proyecto arranca en el primer cogobierno, cuando se crea San Eloy. Un grupo de empresas del sector abandona la AIE Parque Joyero y crea una entidad independiente. Una de sus gestiones estrella es firmar un convenio con Procórdoba para crear un polígono especializado en la carretera de Palma a un precio competitivo, 90 euros por metro cuadrado, con el objetivo de dar cabida a las pymes. Los sucesivos retrasos y los problemas del sector más la restricción de mercado del crédito han generado que de la totalidad de la manzana se hayan logrado colocar 73 parcelas con una superficie de 20.900 metros cuadrados por 2,1 millones de euros. La entidad pidió sucesivas demoras a Procórdoba y una serie de iniciativas -aceptar empresas no joyeras o adquirir suelo para la asociación- para evitar la venta libre del resto del espacio.
El informe jurídico elaborado por la empresa pública al consejo de administración es claro. "Se ha producido una frustración económica del contrato" que incide "en las legítimas aspiraciones de Procórdoba". Acceder a las pretensiones de la entidad supondría, en palabras de la sociedad municipal que preside Francisco Tejada (IU), contravenir la legislación en materia de libre concurrencia a la hora de vender suelos generando ingresos para actividades urbanizadoras. La documentación expresa claramente que existían dificultades por encontrar empresarios que pudieran hacer frente al pago.
La propuesta que presenta Tejada al consejo de administración pasa por abrir un proceso de venta en régimen de concurso en el que no se respetará el precio pactado con San Eloy. La convocatoria, pues, estará abierta a pujas por el valor definitivo de la parcela, aunque se tendrá en cuenta otras cuestiones como el proyecto empresarial o la capacidad de crear empleo, en la línea de todas las ventas de suelo industrial que se llevan a cabo desde la institución municipal. Procórdoba apuesta por no desvincular el desarrollo de la iniciativa del sector joyero de forma que podrán presentar ofertas todas aquellas empresas que en los últimos años hayan tenido un 60% de su facturación en actividades relacionadas con la platería.
Ello implica que podrán presentarse empresas que tengan varios focos de actividad puesto que hasta el momento San Eloy tenía la restricción de que sólo podía ofrecer suelo a quienes tuvieran un objeto social relacionado con el mundo de los orífices. Sin embargo, el concurso no responde a una pregunta clave y es qué ocurrirá con estas parcelas en el caso de que no se encuentren sociedades mercantiles en el sector con capacidad para adquirir el suelo entiendo que la operativa de la manzana obliga a establecer determinadas medidas arquitectónicas y de seguridad para hacer que funcionen de forma agrupada.
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