Desde San Basilio al cielo
Religión Festividad de la Asunción
La procesión de la Virgen del Tránsito, más conocida como Virgen de Acá, reéne a numerosos fieles que acuden a la cita como lo hacen año tras año



Las calles del barrio de San Basilio volvieron a vivir, un año más, uno de los días señalados con más énfasis en el calendario litúrgico cordobés. La Virgen del Tránsito, más conocida como la Virgen de Acá, hizo ayer su tradicional camino hacia el cielo pasando por algunos rincones de la ciudad. Cientos de fieles acompañaron en su paseo a la imagen, lo que convierte al 15 de agosto en uno de los días con más actividad del verano. Es una de las tradiciones más asentadas en la ciudad, y consigue reunir a una gran cantidad de fieles, que resisten el calor con tal de poder ver año más a la Virgen de Acá. Los primeros documentos que recogen la salida de este paso, cada 15 de agosto, datan de 1864, pero ya entonces era una festividad que llevaba mucho tiempo celebrándose, aunque nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue la primera vez. De cualquier manera, es una fiesta que se ha celebrado de manera ininterrumpida a lo largo de todos estos años.
Los balcones del barrio estaban engalanados y el olor a incienso invadía las calles. Muchos vecinos aprovechaban sus casas como lugar privilegiado para ver pasar a la Virgen que tanto cariño levanta en el barrio. La multitud se agolpaba en la plaza de San Basilio, o aguardaba apostada en lugares estratégicos del recorrido. El trazado que tradicionalmente recorre la procesión, se ha visto recortado este año debido a las obras de remodelación que, al igual que ocurre con el resto de la ciudad, plagan la zona conocida como Alcázar Viejo. Tras salir del templo, el paso enfiló la calle San Basilio en dirección al arco de Caballerizas. Luego se dirigió hacia la Mezquita Catedral, pasando por delante del Obispado, hizo un pequeño paso por la Judería y de vuelta a San Basilio.
El paso añadió este año un crespón negro en la parte frontal, en señal de luto por el fallecimiento de la que hasta este año era la hermana mayor de la Hermandad del Tránsito, Paula Márquez. Pero este hecho, no ha conseguido entristecer el ánimo de los que siguen esta fiesta. La imagen, de autor desconocido, tallada en el siglo XVII, sigue congregando a muchos fieles que año tras año muestran su devoción. Aun así, este año se ha notado menos afluencia de público que en anteriores ediciones. Según Encarnación Díaz, vecina de la calle de San Basilio "es una tradición que sobre todo seguimos la gente más mayor, y cada vez vamos quedando menos. Ya casi quedamos sólo los del barrio, ya no viene tanta gente de fuera".
Pese a lo que dice Encarnación, muchos jóvenes se acercaron a ver la procesión. Miguel y Alfonso son dos chicos del barrio que llevan "toda la vida" viendo el paso. Este año, además, se han apuntado como costaleros del paso. Antes de ponerse bajo el paso, en el segundo turno, se les nota algo nerviosos. "Sólo hemos hecho un ensayo previo. Este año hace mucho calor, y ahí debajo la verdad es que es durillo", explican.
Pero, como les a todos los que asisten, ya sean parte de la procesión o del público, la devoción gana al calor y al esfuerzo, y la Virgen de Acá cumple otro año más con su cita con sus fieles.
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