El Reina Sofía atiende por sobrepeso u obesidad a 3.500 nuevos pacientes al año

Unas 1.500 personas llegan de forma directa a las consultas de Endocrinología por esta enfermedad, mientras que el resto lo hacen derivadas por otras complicaciones de su salud.

La doctora María de los Ángeles Gálvez.
La doctora María de los Ángeles Gálvez. / Barrionuevo
Ángela Alba

19 de marzo 2017 - 02:32

El 60% de la población que atiende la Unidad de Endocrinología del Hospital Reina Sofía tiene sobrepeso u obesidad. Por consultas externas de esta especialidad pasan unos 7.500 pacientes nuevos cada año y por el hospital de día unos 1.100; el 60% de ellos, unos 3.500, presentan sobrepeso u obesidad, sin embargo, solo entre unos 1.500 y 1.700 llegan a las consultas por ese tema específico.

En los últimos años el número de personas que tienen obesidad y sobrepeso ha crecido "de manera muy preocupante, y no sólo en adultos, sino que aumenta casi más en niños" debido a la mala alimentación y el estilo de vida sedentario, señala la responsable de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Endocrinología, María de los Ángeles Gálvez. Hace diez años "menos del 10% de las consultas que veíamos eran por obesidad y ahora prácticamente es la primera causa de consulta en nuestro servicio", suponiendo el 25% del total. Algunas de estas personas presentan sobrepesos leves pero la mayoría tienen una obesidad moderada o severa. Se da la circunstancia de que estos pacientes tienen muchas patologías, por lo que a veces llegan a Endocrinología derivados de otras especialidades del hospital.

Para distinguir entre sobrepeso y obesidad se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), una medida que relaciona el peso y la talla. Cuando una persona tiene un IMC entre 25 y 30 tiene sobrepeso y por encima de 30 obesidad. En este caso, si es de 30 a 35 es tipo 1, de 35 a 40 de tipo 2 y por encima de 40 de tipo 3 o mórbida.

Pero además del peso, cada vez se habla más de la obesidad en función de si tiene complicaciones o no. Por ejemplo, la doctora Gálvez explica que hay pacientes con sobrepeso leve que tienen complicaciones como diabetes, hipertensión o apnea del sueño y otros con un grado muy avanzado que ni siquiera tienen el colesterol alto. Por ello, algunos especialistas prefieren la clasificación de pacientes metabólicamente obesos, metabólicamente sanos y metabólicamente enfermos.

No todas las obesidades responden al mismo mecanismo, por lo que el perfil de los afectados por esta enfermedad es variado. Uno de los tipos más graves es la obesidad de predominio troncular, es decir, el exceso grasa está en el tronco y afecta a las vísceras (está asociada a diabetes, hipertensión, problemas del corazón o hígado graso). La obesidad que no se acompaña de esa resistencia a la insulina desde el punto de vista clínico es menos severa. "Es una enfermedad sistémica que afecta a prácticamente todos los órganos y partes de nuestro cuerpo", incide Gálvez. Está muy relacionada con la diabetes tipo 2, hipertensión, alteraciones del colesterol, apnea del sueño, insuficiencia cardíaca y renal y aumento de la frecuencia de muchos tipos de cánceres, como por ejemplo de ovario, páncreas, gástrico, hígado o riñón. Además, produce problemas articulares y "en algunos casos hay gente que no se puede ni mover por el peso que tiene".

Otro de los aspectos es el psicosocial: muchas veces estas personas tienen baja su autoestima, problemas de ansiedad y depresión. De hecho estos pueden ser factores desencadenantes porque se intenta calmar la ansiedad comiendo.

La doctora Gálvez manifiesta que "la obesidad es un problema de salud pública y social, por lo que la solución no sólo está en el tratamiento médico sino que éste sería el final del camino". Desde el punto de vista asistencial en Endocrinología hacen una evaluación clínica, descartan que haya causas que puedan producir la obesidad y estudian las complicaciones que presenta el paciente. Inicialmente los especialistas del Reina Sofía hacen "un abordaje más convencional, sobre todo basándonos en la educación en salud; primero de forma individual con la idea de enseñar lo que es una dieta equilibrada y que intente cambiar sus hábitos", indica Gálvez. Por otra parte, también hay educación grupal a través de talleres en los que se explica lo que es la dieta equilibrada, se dan pautas de motivación, cómo se debe hacer ejercicio y trucos para cocinar.

Los periodos de seguimiento son largos y los especialistas se apoyan en la Atención Primaria, de forma que la enfermera del centro de salud sigue más de cerca la evolución de estos pacientes. Un 30% de las personas que tienen sobrepeso u obesidad en estadios iniciales salen de la enfermedad, sin embargo con el tratamiento convencional hay "muy pocas" que lo hagan de la obesidad en estadio avanzado. En ese sentido, la responsable de la UGC de Endocrinología apunta que hasta hace muy poco tiempo no había fármacos que ayuden a los pacientes y los que se aprueban no están financiados y son caros.

La cirugía bariátrica se suele realizar en obesidad severa o en enfermos que tienen complicaciones importantes. Se da un plazo de unos cinco años para ver la evolución y si no se han conseguido los objetivos, un comité interdisciplinar selecciona a los pacientes. "Es un tratamiento muy eficaz pero necesita una estrecha colaboración por parte del paciente porque su forma de comer debe cambiar totalmente, y si no se adhiere a ello, a la larga puede no ser exitoso", señala Gálvez, aunque la mayoría de las personas que se someten a ella "están muy motivadas y los resultados son excelentes".

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