sanidad | Las consecuencias de una mala dieta

Una educación para la alimentación equilibrada desde los centros escolares

  • La ley para la promoción de la vida saludable de Andalucía priorizará las medidas dirigidas a la infancia, adolescencia, gestantes y personas mayores

La educación alimentaria en los centros escolares es uno de pilares de la ley.

La educación alimentaria en los centros escolares es uno de pilares de la ley. / el día

El estilo de vida actual, una mala dieta y una poca o nula actividad física hacen que la salud de niños y mayores se resienta tanto que en ocasiones se llegue al sobrepeso y la obesidad. Para erradicar esta lacra del siglo XXI la Junta de Andalucía pondrá en marcha una ley para la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada cuyo anteproyecto ya se aprobó a finales del pasado año.

En su elaboración han participado diversos colectivos con el fin de enriquecer esta futura norma que pretende disminuir los altos índices de obesidad que tiene la comunidad autónoma. En concreto, más de un 18,7% de la población adulta y el 22,5% de los menores padecen esta enfermedad.

Invita a facilitar menús saludables y varios tamaños de raciones en los restaurantes

La futura ley parte con el objetivo de fomentar una nutrición adecuada mediante una alimentación saludable en todas las personas que vivan en Andalucía. Asimismo, pretende potenciar la actividad física saludable en toda la población desde una perspectiva de género, favoreciendo un urbanismo saludable, políticas de transporte activo adaptadas a este objetivo, de accesibilidad a instalaciones deportivas, de ocio y tiempo libre y de envejecimiento activo y saludable. Para ello es necesario "favorecer entornos e instalaciones educativas, laborales, sociales y deportivos que sean saludables" y que inviten a la actividad física y la alimentación saludable.

El plan abarcará todas las etapas de la vida, aunque priorizará las medidas dirigidas a la infancia, adolescencia, mujeres gestantes, personas mayores y grupos socioeconómicos más vulnerables.

Respecto a la infancia incidirá de manera especial en los centros educativos, que deberán transmitir al alumnado y sus familias los conocimientos y habilidades necesarios para que sean capaces de elegir correctamente los alimentos y las cantidades más adecuadas, al igual que los beneficios de la actividad física y el deporte.

Un apartado especial es el de los menús y dietas saludables en los comedores. Para ello, la Junta de Andalucía fomentará, en la medida de lo posible, que se utilicen los productos locales, regionales y de temporada como materia prima. Además, elaborarán un programa de educación para la salud orientado al "fomento del consumo gratuito de agua potable en los entornos escolares como primera medida de hidratación, así como a la reducción de la ingesta de bebidas refrescantes hipercalóricas". Para ello, los centros dispondrán de fuentes de agua potable apropiadas y accesibles al alumnado en espacios comunes y de recreo.

Asimismo se pretende impulsar la creación de una red de huertos escolares en los centros educativos andaluces y "se prohibe" la promoción comercial y venta de alimentos y bebidas con un alto contenido en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares y, en concreto, los alimentos con un alto contenido calórico proveniente de azúcares o grasas y con bajo valor nutricional. Las limitaciones establecidas en este artículo de la ley comprenden la dispensación en máquinas expendedoras o en establecimientos tales como bares o quioscos situados en el interior de los centros.

Esta norma no sólo se enfoca a prevenir la obesidad sino que uno de sus fines es "garantizar la atención sanitaria" a la población en esta situación y a las personas con trastornos de la conducta alimentaria. En ese sentido, se plantea la lucha "contra la estigmatización social y la discriminación que sufren las personas afectadas por estos problemas de salud" y concienciar para que los estándares de belleza y cuidados del cuerpo "fomenten una imagen realista y saludable de la diversidad".

La publicidad y el patrocinio de ciertos alimentos y bebidas no saludables en series y programas de televisión es otro de los puntos que trata el anteproyecto, que quiere proteger a la población -especialmente a la más vulnerable- de esa influencia. Para ello la Junta propone "regular las condiciones" publicitarias para que la información nutricional que se da sea veraz.

La Ley para la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada en Andalucía toca todos los eslabones de la cadena, de forma que anima a las empresas de producción y comercialización de alimentos y bebidas a "crear condiciones que favorezcan un consumo saludable, equilibrado y sostenible entre la población".

Enfocado a disminuir la ingesta de bebidas hipercalóricas, incluirá un apartado en el que señala que el ciudadano tendrá derecho al acceso al agua potable en los espacios de uso público y en condiciones de gratuidad mediante una adecuada red de fuentes, al igual que el acceso a "menús saludables y diferentes tamaños de raciones cuando realicen consumo de alimentos en las empresas de restauración que ofrezcan sus servicios en Andalucía". Por otra parte, de cara a promover la actividad física, la Junta quiere que haya espacios de aparcamiento de bicicletas en los lugares de trabajo o, en su defecto, en las inmediaciones.

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