La itinerancia de la Real Academia de Córdoba fuera de su sede podría acabar pronto. La institución abandonó su domicilio de la calle Ambrosio de Morales a principios del siglo XXI por el estado ruinoso de su estructura. Desde entonces, se ubican con carácter "provisional" en el Edificio Pedro López de Alba -antiguo rectorado de la Universidad de Córdoba-, en la calle Alfonso XIII, esperando a que el Ayuntamiento, de quien es propiedad el inmueble, acometa la rehabilitación del espacio. 

El proyecto está en manos de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), que se reunió hace cuestión de un mes y medio con la Academia para presentárselo. Según los plazos que han hecho saber a este periódico fuentes de la propia institución académica, el comienzo de las obras, a la espera de que todavía salgan a licitación, está previsto para después de las vacaciones de verano y, "si las cosas van bien" continuando la trayectoria marcada, "probablemente estaríamos de vuelta en la sede en 2023", afirman a el Día.

Real Academia de Córdoba.

A pesar de que no se conozcan anuncios oficiales sobre el desarrollo de estas obras, la Academia mantiene su "credibilidad" en que la Gerencia de Urbanismo respete los tiempos, aunque tampoco descarta que se produzcan retrasos derivados de la situación de "crisis que se ha echado encima" con la subida de los costes de materiales. 

Sobre el plan de rehabilitación del edificio, tanto la "complejidad" como el número de actuaciones a realizar arrastra la posibilidad de ejecutar el proyecto incluso en dos fases: una primera "de habitabilidad", que consistiría en una renovación integral de las estructuras, sustitución de la techumbre y habilitación de la planta baja para poder garantizar el asentamiento en Ambrosio de Morales; y una segunda, ya sin necesidad de cambiar de sede, dedicada a la segunda planta del edificio y a terminar el resto de actuaciones programadas.

Completar un "eje cultural" en la ciudad 

Concluir este traslado a su sede histórica es uno de los objetivos "más preciados" para la Real Academia de Córdoba, ya que es condición sine qua non para desarrollar otro de los retos más ambiciosos que maneja esta institución bicentenaria y que consiste en las construcción de un centro cultural "de primera magnitud" en la casa anexa a la sede, en este caso sí, propiedad de la Real Academia. 

Se trata de la reiniciación de un proyecto que ya fue interrumpido y que surge con la idea de completar un "eje cultural espectacular" que pondría en línea al Templo Romano -continuando por la calle Ambrosio de Morales- con la Real Academia, el Teatro Cómico y la Fundación Antonio Gala, hasta desembocar en el Museo Arqueológico (Plaza de Jerónimo Páez). Y, de ahí, la Mezquita "a un paso".

La casa, de nueva obra, necesita una financiación que la Academia no dispone y que pediría a través de un préstamo o de la ayuda de entidades y personas. Entre las actuaciones se contempla la instalación de ascensores y habilitación de salas expositivas con la intención de que esté funcionando a pleno rendimiento celebrando presentaciones de libros, muestras artísticas o de que se puedan visitar los amplios fondos patrimoniales que posee la Real Academia y que ahora mismo se encuentran dispersos en distintos depósitos de la UCO, el Archivo Municipal o el Museo Arqueológico, otro de los retos pendientes en los que se encuentra trabajando la institución.