Demanda vecinal

Poniente Sur rechaza que se elimine el acerado para el carril bici del Puente de San Rafael y la avenida de Manolete

Usuarios de bicicleta en Córdoba.

Usuarios de bicicleta en Córdoba. / Juan Ayala

Los colectivos del consejo de distrito Poniente Sur, formado por los barrios de Avenida del Corregidor, Ciudad Jardín, Poniente, Vista Alegre, Parque Cruz Conde, Olivos Borrachos y Cercadillas, han mostrado su rechazo a que en las obras para extender la red de carriles bici de la ciudad estos viales se construyan a costa de “perder acerado y zona peatonal”, particularmente en el Puente de San Rafael, y de zonas ajardinadas, árboles y también aceras en el caso de la avenida de Manolete.

Así lo ha acordado el consejo de distrito tras conocer que el Ayuntamiento de Córdoba ha formalizado ya los acuerdos con las tres empresas encargadas de ejecutar otras tantas intervenciones en tres zonas de la ciudad para la ampliación de la red de carriles bici en 3,1 kilómetros, unas obras que comenzarán previsiblemente en febrero.

En total, las actuaciones tienen un presupuesto de 919.033 euros con cargo a los fondos Edusi, siendo la de mayor coste la intervención que unirá la Glorieta de Periodista Quesada Chacón y la calle Escritor Conde de Zamora (travesía de la A-341).

Ya en noviembre del pasado año los colectivos de Poniente Sur, tras las protestas de varias asociaciones vecinales, pidieron que el Ayuntamiento y la Junta replantease al menos en parte los proyectos, debido a que, “aunque estamos de acuerdo en extender los carriles bici de la ciudad, esto no puede hacerse a costa de eliminar aceras”, según ha explicado el presidente del consejo de distrito, Francisco L. Porras Caballero.

Así, “manifestamos por tanto nuestro desacuerdo para la construcción de estos carriles bici y otros que se puedan plantear en el mismo sentido especialmente después de haber planteado otras posibilidades, ha indicado”.

Para Poniente Sur las intervenciones previstas chocan con el Plan de Movilidad Urbana Sostenible al crear, por ejemplo en las estrechas aceras de 3,2 metros del Puente de San Rafael, situaciones de conflictoentre el peatón y el ciclista, cuando no un auténtico riesgo para ambos.

En el caso de la avenida de Manolete se rechaza el trazado por el acerado Norte usando un espacio de acera entre el aparcamiento y la línea de parterre, reduciendo éste último en un metro y eliminando decenas de metros cuadrados de zonas ajardinadas y árboles de gran porte, además de mobiliario urbano y otros elementos significativos.

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