El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha visitado este viernes las instalaciones del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) para conocer de primera mano las conclusiones del estudio Cordioprev, un proyecto pionero que demuestra que la dieta mediterránea, con el aceite de oliva virgen extra (Aove) como ingrediente principal, previene las enfermedades cardiovasculares así como la recurrencia en pacientes que ya han sufrido eventos previos.

Tras mantener una reunión con las partes que han desarrollado la investigación durante siete años, el ministro ha ensalzado la "importancia" del proyecto por dos razones: la colaboración entre administraciones y el contenido de la investigación, porque deshace algunas de las "presunciones por las que a veces nos movemos" y establece con evidencias científicas el valor que tiene el Aove".

"Son unas conclusiones que me gustan", no ha querido ocultar el ministro, "ya que el aceite supone un elemento extra en la prevención de enfermedades". Por ello, ha anunciado que va a organizar una presentación del proyecto Cordioprev en Madrid para que tenga un mayor alcance mediático.

Preguntado por la presencia de dos aceites de la provincia de Córdoba en los desayunos de la cumbre de la OTAN celebrada esta semana en la capital de España, Planas también ha reconocido que le "llena de orgullo" como un cordobés más que se siente.

En su visita, el ministro ha estado acompañado por el consejero de Salud y Familias en funciones de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, quien ha destacado el "buen síntoma" de la presencia conjunta.

Aguirre, que ya acudió a la presentación de los resultados del estudio, lo ha vuelto a destacar como "un antes y un después, ya que es la primera vez que se demuestra con evidencias científicas como mejora la prevención secundaria en comparativa con una dieta pobre en grasas, que es la que tradicionalmente se ha recomendado a los pacientes que han tenido eventos cardiovasculares". Por eso, supone "un paso adelante para poner en valor la dieta mediterránea", ha concluido el consejero en funciones.

El proyecto

25 años después desde el primer esbozo proyecto y tras siete años de investigación, la idea inicial de este estudio surgió tras una conferencia internacional en la que investigadores extranjeros expresaron sus dudas sobre los beneficios reales de la dieta mediterránea para la salud, por lo que concluyó que era necesaria "una evidencia científica incuestionable".

Para llevar a cabo el proyecto se realizaron ensayos clínicos aleatorizados en el Hospital Universitario Reina Sofía con 1.002 pacientes con enfermedad coronaria establecida, en edades comprendidas entre los 20 y 76 años. Recibieron una intervención dietética con dieta mediterránea o baja en grasa y fueron seguidos durante siete años. 

El objetivo principal del estudio fue valorar la aparición de nuevos eventos cardiovasculares mayores (o evento principal), lo que incluía infarto de miocardio, revascularización (bypass, cateterismos, stents), accidente cerebrovascular isquémico (ictus), enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular (muerte súbita). De forma que se evaluó la aparición de estos accidentes en los dos tipos de dieta.

La aparición de uno de estos eventos cardiovasculares se produjo en 198 participantes, 87 de los cuales seguían la dieta mediterránea (un 17,3%) y 111 la baja en grasas (un 22,2%). Estos resultados concluyeron que hay una diferencia en la aparición de estos episodios, de aproximadamente un 30% entre ambas dietas.