Pequeñas obras de arte en las manos

En la piscina, en la playa, de compras o en un bar de copas. Una mujer tiene durante el verano varias oportunidades para enseñar uñas, y no precisamente buscando pelea. Tratamientos como la manicura, la pedicura y sobre todo las aplicaciones de esmalte encuentran en la época estival su máximo apogeo. Entre los cordobeses esta tendencia estética también es notable, tanto en ellas como en ellos. Eso sí, el uso masculino es mucho menor.

La manicura francesa y las uñas esculpidas siguen siendo las tendencias más conocidas y también las más repetidas durante estos meses, ya que exaltan la belleza de las uñas. Inma Alcalá, que regenta un local especializado en este tipo de tratamientos explica que hay que renovar los arreglos. "En el caso de de las uñas esculpidas, éstas se rellenan con un líquido específico cada tres semanas. Ahora se lleva mucho un nuevo tipo de manicura permanente, que dura dos semanas". Aunque hay quien lleva las uñas engalanadas todo el año, Inma comenta que durante el verano "se arreglan mucho para los viajes". El destino vacacional, por tanto, es otro momento para enseñar y presumir de estas partes del cuerpo, que entre otras funciones biológicas tienen la de preservar la piel. Por ello, entre los cuidados que Inma ofrece en su local está el de peeling aromático, en el que se limpia y se pretende rejuvenecer de una manera relajante estos miembros.

También hay uñas en los pies. Las sandalias, tan de moda, son una prenda que los luce y por ello la pedicura es una buena opción para tratarlos. La esteticista Inma comenta que "con la pedicura se quitan las durezas y se mejora el pie con masajes". A pesar de estas buenas opciones cosméticas, este año los esmaltes de colores son los verdaderos protagonistas del verano. Fucsia, naranja o turquesa son los preferidos. Tanto es así que muchas franquicias dedicadas a la moda han lanzado sus propios pintauñas. Pero Inma afirma que hay otras alternativas que se llevan en verano. "Se pueden adornar, y de hecho muchas lo hacen, con dibujos o con piedrecitas". En ocasiones estos trabajos parecen pequeñas obras de arte debido a la complejidad del dibujo, un trabajo que sin duda, lleva por detrás mucha paciencia y un buen pulso.

Los hombres se muestran algo reacios a la hora de cuidar o acicalar sus uñas, por lo que la mujer es la cliente habitual y abarcan todo el abanico de edades. "En ocasiones las jóvenes piden un algo discreto y las de 60 años se inclinan por adornos llamativos", comenta la esteticista. El precio de estos cuidados varía según el establecimiento. Inma Alcalá fija la manicura por ocho euros. Para las más mañosas y que no se quieran dejar dinero en esta tendencia cosmética, siempre queda probar a hacerlo por sí misma con ayuda de vídeos colgados en internet.