La Paz lucirá el Viernes de Dolores un manto bordado por Rafael Jódar
La pieza, en tisú de plata con motivos en oro, cuenta con las únicas seis estrellas que se han conservado del primer manto que tuvo la Paloma de Capuchinos


La Virgen de la Paz y Esperanza lucirá el próximo Viernes de Dolores -26 de marzo- durante su besamanos un nuevo manto bordado por el artista cordobés Rafael Jódar. Esta pieza, que ha sido realizada en tisú de plata con dibujos en oro y motivos neobarrocos, pasará a engrosar la amplia nómina de mantos de la que dispone esta cofradía radicada en el convento del Santo Ángel de Capuchinos, que con éste sumará su sexto y que ha tenido nueve en los algo más de 70 años que han pasado desde que se bendijo la imagen. Aunque la obra de Jódar no será la que se utilice en la estación de penitencia del Miércoles Santo, el hermano mayor de la cofradía, Manuel Quirós, destacó tanto el "valor artístico" de la misma como el "trabajo desinteresado" que ha realizado el bordador local en beneficio de su corporación.
Jódar se encuentra, por tanto, dando las últimas puntadas a un bordado al que le quedan dos semanas escasas para finalizar. Según detalló el propio artista, este manto se caracteriza por la decoración de hojarasca en la raspa central que concluye en su parte superior con las únicas seis estrellas que se han recuperado del primer manto que tuvo la Paz y Esperanza y que llevó en diversas estaciones de penitencia. En lo referente a las dimensiones, pese a que se trata de un manto de camarín y su uso está destinado, sobre todo, a los cultos y salidas en rosario de la aurora, cuenta con 4,2 metros de boca y tres de largo, unas medidas algo inferiores a los mantos de salida pero superiores en cualquier caso a las de camarín.
El próximo Viernes de Dolores habrá pasado un año desde que se llevó a cabo el estreno del manto en lamé de plata con bordados en plata realizado en los talleres sevillanos de Salteras, lo que supuso un enriquecimiento muy notable tanto del vestuario de la Paz y Esperanza como del resto del patrimonio artístico de la Semana Santa cordobesa en general. La cofradía dispone además de otras cuatro piezas, dos de ellas obra del ecijano Joaquín Ojeda -una en tisú beige con bordados en plata con motivos de hojarasca y palomas y otra en tisú de oro y plata-. Las otras dos fueron donaciones, una firmada por Talleres San Rafael, en terciopelo verde, y la otra por el artista local Francisco Mira, en tisú verde manzana con bordados en oro.
Los otros tres mantos que ha tenido a lo largo de su historia son el de las estrellas, de las Madres Filipensas; el rojo, también de las Filipensas; y el de la ensaladilla, realizado en los Talleres Roses de Castellón. De estas tres piezas sólo se conservan las dos últimas, ya que de la primera sólo se conservan las seis estrellas que ha utilizado Jódar en el nuevo manto. Las otras dos fueron adquiridas por las cofradías de la Sangre y la Paz de Lucena, respectivamente. Estos dos últimos lucían además palomas y el escudo de la hermandad.
También te puede interesar