Córdoba

Paradas que sirven de parking

  • Los ciudadanos con alguna discapacidad física se quejan de que tienen que sortear con frecuencia los vehículos mal aparcados para coger el autobús

"Los ciudadanos de estos tiempos piensan cada vez menos en el prójimo y viven, como se suele decir, para el ancho de su embudo". Ésta es la opinión que ayer tenía una vecina de la calle Sagunto, en el barrio de Levante, que desde hace unos meses tiene que andar sujeta a un andador y vive con angustia la hora en la que tiene que salir a la calle para coger el autobús o, simplemente, para pasear.

Y es que María Gómez, una mujer de 65 años y convaleciente de una operación de rodilla, vive como algo cotidiano el hecho de tener que sortear los vehículos que, "sin pudor ninguno", estacionan en la misma parada del autobús o en las aceras. Esta ciudadana comprende ahora más que nunca que muchas personas discapacitadas "o mayores que yo" se queden en casa sin salir porque "no hay quien pasee sin tropezarse", con el peligro que esto conlleva a su edad.

María afirma que en este tiempo de convalecencia se está encontrando con las mismas dificultades que tiene cualquier persona con minusvalía física; es decir, pavimentos levantados, árboles plantados en mitad de la acera, coches mal estacionados, además de las consabidas barreras arquitectónicas que aún existen en instituciones, viviendas y demás edificios de la ciudad.

Y es que aunque el Ayuntamiento es consciente de las limitaciones que tienen estas personas y se propone eliminar a corto plazo todas las barreras arquitectónicas de la ciudad, lo cierto es que mientras haya "personas incívicas" que aparquen donde no deben "no habrá una solución real".

De la situación que casi a diario vive María son conscientes también los conductores de Aucorsa, quienes aseguran que "no podemos hacer nuestro trabajo bien aunque queramos". En este sentido, uno de los profesionales del sector, preguntado por el Día, sostiene que es habitual que no se puedan acercar con el vehículo a la acera para ayudar a subir a las personas con discapacidad. Asimismo, este gremio también sufre la falta de aparcamientos en la ciudad y afirma que, a veces, es un "calvario" trabajar por ciertos barrios. Porque hay paradas y cabeceras de líneas, como la 2, la 6 y la recientemente inaugurada 17, en las que los conductores no pueden hacer su control de recorrido por culpa de algún vehículo mal estacionado. Otro de los enclaves donde los coches mal aparcados son un problema para los autobuses es en la plaza de Colón, donde suele ser frecuente que la grúa tenga que actuar.

La presidenta de Aucorsa, María Ángeles Luna, asegura por su parte que la Policía Local controla este tipo de situaciones, pero "es imposible cubrir toda la ciudad". Por este motivo, Luna lanzó ayer una llamada de atención a los ciudadanos sobre la necesidad de estacionar bien, no sólo por la multa que puede suponer, sino porque hay personas que se ven perjudicadas por esta actitud.

Éste es sin duda uno de los problemas que acarrea la falta de aparcamiento que hay en la ciudad, una circunstancia que en barrios como el de Levante y en calles como Sagunto o Conquistador Benito Baños se acentúa.

María Gómez pudo subir finalmente en el 6 para ir a visitar a sus nietos, pero después de que tanto el conductor del autobús como los usuarios del mismo mostraran el civismo que no tuvo el conductor del vehículo aparcado justo en la parada.

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