Educación

Las Palmeras demanda que los colegios del barrio se adscriban al instituto Casiana Muñoz

Un aula del instituto Casiana Muñoz.

Un aula del instituto Casiana Muñoz. / Miguel Ángel Salas

La Asociación Vecinal Unión y Esperanza de Las Palmeras ha denunciado el “elevadísimo índice de abandono escolar de los jóvenes de nuestro barrio por la ausencia de recursos educativos en el distrito Poniente Norte para intentar reducirlo” y a pesar de “las numerosas promesas y anuncios que nos ha hecho la Junta de Andalucía en los últimos años a través de sus consejeros o delegadas provinciales”.

Según un escrito del presidente de la asociación vecinal, Luis Maya, “un año más asistimos descorazonados al mes de la nueva escolarización sabiendo que nuestros niños y niñas no podrán estudiar en el instituto más cercano y recientemente construido: el Casiana Muñoz Tuñón, porque la Junta de Andalucía ha decidido, pese a nuestras reiteradas demandas, no adscribir al alumnado de los colegios de nuestro barrio (Pedagogo García Navarro y Duque de Rivas) a dicho institutos”, cuya construcción venía reclamándose hace más de 30 años”.

Todo ello obliga, entre otros agravios, a que los alumnos de los dos colegios del barrio, “que cuentan con una adscripción múltiple a seis institutos de Secundaria diferentes cada uno, a seguir estudiando fuera de nuestro distrito (a más de 2 kilómetros el más próximo) y sin contar siquiera con transporte escolar”.

Según el colectivo, que cuenta con el apoyo de la Federación de Vecinos Al-Zahara, curiosamente, ninguno de ellos es el instituto más cercano a nuestro barrio, el instituto Casiana Muñoz Tuñón, que nos fue presentado hace casi cuatro años por el anterior consejero Javier Imbroda como una de las propuestas estrella para reducir el fracaso escolar en nuestra zona y así fue recogido en la prensa a bombo y platillo ya en el año 2.019”.

Para la asociación vecinal, que reconoce el esfuerzo del profesorado de los dos colegios del barrio pese a las dificultades, es imposible así atajar “el abandono escolar que siegue siendo prácticamente total entre los jóvenes que han estudiado en los colegios al menos desde hace 15 años”, ya que “pese a la tan predicada libertad de elección de centro escolar de la Consejería, a nuestros vecinos más jóvenes la Administración educativa les niega de facto la posibilidad de seguir estudiando y de obtener un título de Secundaria. De hecho, lo que hace es justo lo contrario: ponerles unos enormes obstáculos a ellos y a sus familias para que no puedan seguir estudiando”.

El escrito es aún más duro al considerar que “quizá entiendan que nuestros jóvenes no deben tener las mismas oportunidades que otros que residen en otras partes de Córdoba y cuentan con un instituto cerca de su casa y han preferido reservar este centro para los hijos e hijas de familias con un nivel adquisitivo más alto que se han venido a vivir a la zona en expansión del entorno del Hipercor”.

“Vaya a ser que niños y niñas de familias humildes se mezclen con estos otros que parece que sí tienen derecho a estudiar, al contrario de que los nuestros. ¡Menudo ejemplo de integración y escuela inclusiva! Se ve que la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional apuesta por el modelo de la segregación y el mantenimiento de los guetos”, ha incidido el presidente de la asociación vecinal de Las Palmeras. 

El colectivo recuerda el compromiso que asumió la anterior delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, de la ampliación de recursos de Formación Profesional para el distrito en el colegio Alfonso Churruca, “aunque de ello nunca más se supo, ni se nos ha vuelto a informar, aunque hemos solicitado conocer el estado de dicho proyecto”.

Otro agravio, han continuado, “que nos resulta incluso más aberrante es el que el colegio Duque de Rivas siga teniendo primero y segundo de Secundaria, donde los niños de las familias con más dificultades del barrio asisten hasta que cumplen los 16 años sin haber obtenido título alguno negándoseles realmente el apoyo y lo recursos necesarios para que pudiesen seguir estudiando, pues cuando salen a un tercero de Secundaria ya tienen un pie y medio fuera del sistema educativo”.

Todo ello le lleva a decir a Luis Maya que parece “que la intención de la Administración fuese crear un tapón, un muro insalvable para que nuestros jóvenes no se mezclen con los de otras zonas y no molestan o den problemas en otros Institutos”. “Los estamos abocando a la marginalidad, la exclusión y la falta de futuro”,añade el presidente.

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