Pablo Alborán vuelve a Córdoba y presenta en la plaza de toros su último álbum La cuarta hoja, el sexto de su carrera. El artista malagueño ha querido celebrar la vida y la amistad a través de su música. El romanticismo de sus letras se mezclaba con la energía de los acordes, esos que han hecho vibrar al graderío durante dos horas de concierto. 

Con Carretera y manta comenzó el espectáculo y el estallido de color que inundó al coso de los Califas con el impactante show de luces. Le siguieron otros de sus temas más aclamados como No vaya a ser o Tabú. "Gracias por hacer siempre que venir a Córdoba sea inolvidable", reconoció el artista quién quiso agradecer el recibimiento de su público cordobés y especialmente a los fans que han pasado varios días acampando en la puerta de la plaza de toros para poder ocupar las primeras filas a los pies del escenario. 

"Ha sido una semana de muchas noticias negativas y esta noche solo quiero daros energía positiva, pasarlo bien, olvidarnos de los problemas y recordar que estamos vivos y hay que vivir al 100%", ha relatado el artista, que prosiguió interpretando temas como Voraces, Si hubieras querido o Saturno.

Resultaba imposible que Alborán no viajase a aquellos primeros temas que le hicieron cosechar su éxito actual, esos que tocaba junto a su guitarra. "Por las primeras veces, cada vez que subo a un escenario intento que sea como la primera vez", así llegó Solamente tú o Perdóname.

La noche estuvo cargada de sorpresas. El cantante quiso compartir con el público un verso de la canción Ausente, el nuevo trabajo de Malú cuya letra ha compuesto él mismo. Además, el público ha podido disfrutar del último trabajo del malagueño sacado esta misma semana en colaboración con Marc Seguí, Mariposas.

Eso no queda ahí, para agradecer el apoyo de los allí presentes y la apuesta por la música en directo, Alborán interpretó una canción inédita que por el momento sólo canta en sus concierto. "No sabéis lo que es después de trece años poder seguir haciendo música, poder seguir dando conciertos y que sigáis estando allí apoyando mi carrera y mi música".

El artista incluso reconocía las caras de los más fieles que le acompañan en cada cita con la capital cordobesa. La magia que se respiraba desde el inicio del concierto era irrompible, y se hacía notar con cada ovación o con el manto de móviles que acogían su quebrada voz en temas como Por fin o Quién. La emoción continuó cuando el malagueño quiso dedicarle el tema Prometo a sus padres, quienes se encontraban entre el público. 

Tras el romanticismo de algunos temas, llegó el momento de saltar, bailar y cantar a todo pulmón con el fin de fiesta. Sus colaboraciones con Aitana y Álvaro de Luna Llueve sobre mojado o Amigos con María Becerra prosiguieron a La Fiesta, tema que cerró el espectáculo que no dejó a nadie indiferente. 

La música seguirá sonando esta noche en el coso de Los Califas con el concierto de David Bisbal.