Ocaña apuesta por mantener a Tejada y a Candelario al frente de la lista

En el entorno de IU no se esperaba que la negociación de la candidatura para las municipales fuera tan tensa. Quedan pocos días para cerrar la lista y las llamadas de teléfono se cruzan con intensidad. Tanto el candidato, Andrés Ocaña, como IU, como el PCA, quieren colocar sus peones en las mejores posiciones.

Con independencia de lo que pueda suceder de aquí al fin de semana, en que la lista debe quedar cerrada, el regidor ha puesto sobre la mesa una propuesta de nombres que encierra, además, un mensaje bien claro: hay que trasladar a la sociedad el mensaje de que se ha hecho un buen trabajo en estos últimos cuatro años. Para ello, la mejor manera de demostrarlo es mantener prácticamente el mismo equipo. Ocaña quiere que repitan quienes ahora forman parte de sus grupo de confianza en un porcentaje bastante alto. Las novedades están en la ubicación de cada uno.

Así, lo más llamativo es el deseo de Ocaña de que la actual teniente de alcalde de Presidencia, Rosa Candelario, ocupe el número 2 de la lista, una posición privilegiada para un nombre que desde 2003 no ha contado con excesivas simpatías desde la calle Ambrosio de Morales al ser independiente y no acatar en determinados momentos algunas tradiciones internas como es el caso de la caja única. Estaría seguida de Pedro García, el actual delegado de Infraestructuras, quien en la anterior convocatoria ocupaba una posición rezagada y entró en la Corporación como edil de libre designación en agosto de 2009 tras una reforma del gobierno municipal en la que Ocaña sacrificó a Francisco Cárdenas para satisfacer a IU con alguien de su cuerda.

El siguiente puesto que se conoce es el quinto. En el borrador elaborado por el candidato figura en esta posición el actual teniente de alcalde de Urbanismo, Francisco Tejada. Este concejal mantenía en su círculo más próximo que no tenía intención de repetir en la candidatura, por lo que volvería a ocupar su plaza en la Tesorería Territorial de la Seguridad Social. Al parecer, finalmente ha sido convencido para otro mandato bajo el argumento de defender la gestión desarrollada tanto al frente del Área de Economía y Hacienda como en los dos últimos años en la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Desde el entorno del alcalde se defiende que el veto a algún nombre por parte de IU o del PCA supondría una censura al trabajo que bajo estas siglas se ha desarrollado en el Ayuntamiento de la ciudad. En esta defensa del equipo se incluye a Elena Cortés, de la rama PCA, de quien no se aseguraba hace unas semanas que figurase finalmente en la candidatura del actual regidor. Y es que ante esa defensa del equipo realizada por Ocaña, la organización plantea ahora que Cortés debe mantenerse en su sitio porque forma parte del mismo y ha hecho bien su labor.

Entre los escasos nombres que se quedarían fuera están los de Marcelino Ferrero y Ana Morales, de los que se sabía que no iban a repetir, así como los de Francisco Cobos y Ana Moreno. Un caso especial es el de Marian Ruiz, quien ocupó en las últimas elecciones el puesto que tácitamente se reserva en esta formación al sindicato CCOO y que en anteriores comicios correspondió a Milagros Escalera. En los días que quedan hasta el cierre de la lista se consultará con esta central si repite Ruiz o si entra alguien nuevo.

La intención de Ocaña de contar de nuevo con su equipo llega a tal grado que en su propuesta figuran los nombres de Alfonso Igualada y José Joaquín Cuadra, dos capitulares tan cercanos a Ocaña como distantes de la sede de la formación. En este paquete se incluye también a Daniel Calero, actual director del gabinete del alcalde y anterior coordinador de Urbanismo en la época en la que Ocaña dirigía la Gerencia, aunque aún sigue teniendo cercanía con este área del Gobierno.

Todo esto puede sufrir modificaciones de aquí al sábado, aunque éstas son las bases sobre las que se trabaja hasta el momento. IU defiende una renovación más o menos profunda de la lista y el PCA quiere que en la misma aparezcan cuatro nombres de su formación en buenos puestos, algo que no ve en la relación de Ocaña con la que se ha empezado a negociar. Esta situación, en la que cada uno hace valer sus posiciones de fuerza, contrasta con la balsa de aceite que se anunciaba hace unos meses que iba a ser este proceso, aunque las discrepancias no son tan sonoras como las que se producían en la época de Rosa Aguilar.