‘#Nosquedamosencasaconlamusica’

EN estos tiempos de cuarentena forzosa, los músicos no hemos parado de exteriorizar nuestra voluntad de ayudar en todo lo que nos ha sido posible con nuestro arte intangible, en aras de mitigar de alguna forma el confinamiento. Han surgido ideas como la de realizar conciertos de forma online en todas partes del mundo. Artistas de mayor o menor lustre han brindado lo mejor de sí mismos de forma solidaria en una manifestación increíble de generosidad incalculable e invaluable.

Se han unido intérpretes, en ocasiones de diversas partes del país y del mundo, para interpretar obras que luego hemos visto con montajes más o menos acertados, pero siempre bien recibidos y, por supuesto, han brotado de manera ingente una cantidad casi inimaginable de músicos profesionales y/o aficionados con unas ansias de mostrar y compartir su arte de cuanta forma han encontrado posible, que en una situación de normalidad a buen seguro no hubiésemos conocido. Todo esto está muy bien y es muy loable y bien recibido en estos tiempos de aislamiento e introspección forzosa.

Como es lógico, la enseñanza de la música no ha podido hacer menos; por la redes circulan proyectos de clases online de prestigiosos docentes e intérpretes, cada uno en su especialidad, con plataformas, academias, conciertos y videotutoriales, sustentados o no por grandes empresas musicales y de fabricación de instrumentos, que hacen más llevadero el encierro y mantienen a los interesados en forma, musicalmente hablando.

Uno de estos proyectos, que surgió casi como un juego familiar y entre amigos es #nosquedamosencasaconlamúsica. Esta idea proviene del catedrático de Trompeta e integrante del Granada Brass Jorge Giner, el cual junto a sus hijos y al reconocido trompetista Benjamín Moreno, solista de trompeta de la Orquesta de Radio y Televisión Española y sus hijos, comenzaron con #nosquedamosencasaconlatrompeta casi al inicio de esta etapa de claustro obligado y aún hoy continúan coordinándolo junto a Javier Polo, también docente aquí en Andalucía.

Esta genial idea ya tiene adeptos y afiliados en medio mundo, con reuniones diarias que mediante la plataforma Zoom conectan a alrededor de 200 interesados en las charlas que imparten tanto reconocidos intérpretes de la trompeta como cualquier interesado en compartir sus experiencias y que estas puedan ser útiles para los asistentes.

La premisa básica era conseguir mantenerse en contacto con un objetivo claro: estar en casa resguardándose de la pandemia vírica y cumplir de una forma amena e instructiva el debido confinamiento. Por suerte para muchos, esta propuesta ha levantado el vuelo. Hoy ya está más que logrado el planteamiento inicial.

Al proyecto se han sumado instrumentos como la Tuba y el Bombardino, la Trompa, el Violoncello y próximamente el Clarinete, bajo la coordinación de Juan Javier Serrano, José Luis Castillo, Serezade Borja, David Cuenca, Julia Baena, Paloma García y Gustavo Domínguez, todos docentes de conservatorios andaluces. En cada uno de los encuentros audiovisuales, la asistencia promedio es de 60 participantes aproximadamente y rigen las mismas normas: estar en casa y ganas de aprender y compartir conocimientos.

Este proyecto ha provocado que muchos de los asistentes conozcan de viva voz y casi en persona a intérpretes y profesores que en otras circunstancias y por razones obvias de economía y tiempo, difícilmente pudiesen haber conocido y compartido sus conocimientos. Como es lógico, también ha servido de escaparate de muchos de los conferenciantes que han visto realzada su capacidad de llegar a alumnos y compañeros a los que tal vez por las mismas razones antes mencionadas, tendrían problemas para poder contactar.

Aunque la cimiente de esta idea es andaluza, ya ha llegado a lugares tan distantes como Venezuela, México, Ecuador, Colombia, Panamá, Brasil, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Japón, Argentina, EEUU y Cuba, donde tanto alumnos como profesores de esas latitudes se han adherido y están presentes en cada emisión de esta maravillosa idea que a buen seguro –eso esperamos sinceramente– se mantendrá en el tiempo y llegará a muchos más interesados.

Definitivamente esta situación provocada por la pandemia ha cambiado el mundo y nos ha cambiado a todos. Aprovechemos lo que hemos aprendido y saquémosle partido a lo que hemos creado en aras de un futuro mejor y más dinámico para la música.