Defendiendo lo suyo, pero con la mano tendida consciente de su nuevo papel en el Ayuntamiento. Así se mostró ayer el ya exalcalde José Antonio Nieto durante su discurso en el pleno que invistió como nueva regidora a la socialista Isabel Ambrosio. Hasta algo nostálgico se notó a Nieto cuando asumió, justo al empezar, que ya forma parte del grupo de los exalcaldes de la ciudad. El líder de la oposición, sin embargo, no bajó la cabeza y defendió durante su turno de palabra la gestión de su equipo al frente del Ayuntamiento en un tiempo "marcado por la dificultad pero también por el compromiso" y que han vuelto a ser el partido más votado. Nieto volvió a recordar la situación económica en la que se encontró el Consistorio, "al borde de la quiebra", y la mejora de las cuentas que ha conseguido "con una magnífica gestión que hoy quiero reivindicar", como la reducción de la deuda, la bajada de impuestos el control de los gastos o el pago a proveedores ya que ahora las facturas se pagan "en dos días" frente a los 180 de media de 2011. Por eso pidió "que no volvamos atrás", ya que Córdoba necesita un "gobierno estable y que no vuelvan a cometerse errores".

El líder del PP hizo un repaso por sus grandes proyectos, como el plan 50 obras, la reforma del Pósito, el centro de convenciones o el Metrotrén e insistió en que "tenemos muchos más proyectos compartidos que enfrentados". Además, también sacó pecho de las políticas sociales y apuntó que hoy "hay por fin recursos para estar al lado de quien más lo necesita". Nieto se dirigió directamente a la alcaldesa a quien aseguró que, desde la oposición, "podrá contar con nosotros" y pidió que "no desprecie este ofrecimiento porque, pase lo que pase, nos unirá el amor a Córdoba".

En cuanto el consenso, el líder de la oposición pidió "respeto" para los votantes del PP y aseguró que "no es momento de experimentos porque los ciudadanos esperan es un gobierno de consenso, de diálogo y de acuerdo, una visión amplia sin posiciones sectarias". En este sentido, aventuró que estos cuatro años pueden provocar una situación "compleja e incierta" para la ciudad, lo que le valió los abucheos del público que seguía fuera la sesión. Respeto a sus votantes, una oposición como aliada y apostar por los puntos de unión entre todos fueron los mensajes de Nieto en su intervención.