Morales le arrebata las Peñas a Castillero después de 20 años
Los peñistas decidieron por 70 votos a 56 que la presidencia de la federación cambie tras dos décadas


Después de 20 años al frente de la Federación de Peñas, Francisco Castillero perdió ayer su puesto de presidente. El que fuese hasta principios de año secretario de la directiva de Castillero, Alfonso Morales, le arrebató el cargo al conocido presidente peñista por 70 votos a 56. Una participación histórica, rozando el 90%, y una sede de la federación, en Conde y Luque, donde apenas había sitio para divisar la mesa donde una a una fueron llamando a cada organización.
Hasta 150 peñas estaban llamadas a votar -una papeleta por peña- en unas elecciones que durante las últimas semanas han estado un tanto salpicadas por la polémica y por algunos comentarios entre los rivales, antes compañeros, que dejaron ver también ayer en el patio de la federación en los discursos que dirigieron antes de las votaciones.
Morales, presidente de la Peña Flamenca Las Ovejas Negras, fue el primero en hablar. El peñista lanzó un discurso renovador en un ambiente donde el fino era protagonista. Habló de integrar a los jóvenes, el deporte y la cultura en las peñas para asegurar su futuro. La decisión, afirmó, estaba entre "la continuidad o el cambio" -este último sería bandera de la campaña que le ha llevado a través de las peñas en las últimas semanas-. Propuestas como modificar los estatutos para que el presidente no esté en el cargo más de dos mandatos -ocho años-, fomentar la relación con los medios de comunicación o estar mano a mano con las peñas para ayudarles en todo lo necesario. Morales introdujo la cultura, prometió estudiar la idea de un museo de las peñas y de ayudar a fomentar el turismo. Pero, sobre todo, hizo hincapié en la juventud y en la necesidad de introducir a niños y adolescentes en el universo peñístico.
Castillero le tomó el relevo, sin papel en mano porque "ya son 20 años". Fue claro y defendió su programa amparándolo en todo lo que hay detrás, en dos décadas al frente de una federación que, reconoció, también se ha visto afectada por la crisis. "Somos muy mayorcitos ya, las milongas no me han gustado nunca", comentó Castillero, quizá refiriéndose a las palabras pronunciadas con anterioridad por su adversario. El hoy ya expresidente de las peñas recordó los buenos años: "Hemos hecho lo que nadie hacía cuando había dinero". Nombró en varias ocasiones en su discurso a Cajasur, relató aventuras pasadas -como ir en barco hasta Sanlúcar- y aseveró que "no nos ha faltado ni gloria". Pero de eso "ya no se acuerdan", se lamentó, "qué bonito le parece al que no ha pasado por todo eso". Castillero sentenció diciendo que "las peñas no se van a acabar mientras haya uno como yo. Que el que gane lo haga genial, tanto o igual que yo".
Al final, el alegato del cambio fue el que ganó la partida. El recuento estuvo reñido y en más de una ocasión Castillero consiguió situarse por delante. Pero con más de la mitad de los votos contados, Morales se fue escapando y, antes de que se acabara el recuento, ya los había que lo felicitaban. Se escucharon aplausos y Castillero, ya derrotado, se acercó y felicitó al nuevo presidente.
Ahora quedan cuatro años por delante en los que las peñas demandan cambios, o al menos la mayoría de ellas. Morales se alzó como un justo ganador y recibió el abrazo de muchos compañeros, también los hubo que abandonaron la sede nada más conocerse el vencedor.
También te puede interesar