La Plataforma Mezquita-Catedral. Patrimonio de Tod@s ha criticado que el Centro de Recepción de Visitantes del Conjunto Monumental Mezquita-Catedral, que el Cabildo Catedral ubicará en el Palacio Episcopal de la ciudad tiene entre sus objetivos "frenar el reduccionismo islámico de Córdoba".

En una nota, la plataforma ha afirmado que el Centro de Recepción de Visitantes, "que la Iglesia Católica ultima en el Palacio Episcopal, persigue entre sus objetivos acabar con el reduccionismo cultural de la Córdoba islámica", pues "así lo reconoce expresamente el propio Obispado en su proyecto de reforma del Museo Diocesano, que figura en el expediente administrativo presentado ante la Gerencia Municipal de Urbanismo".

Según ha señalado la plataforma, en el citado expediente presentado ante la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba se indica que "la reducción cultural es tan fuerte que tiene la capacidad de eclipsar un brillante pasado visigodo, romano y cristiano".

A juicio de la organización, el proyecto "revela que toda la operación de traslado de las taquillas de la Mezquita al Palacio Episcopal tiene como misión someter a millones de visitantes a una nueva reinterpretación del monumento, que busca debilitar su identidad andalusí y musulmana".

Así, en el proyecto se justifica la "necesidad de rediseñar todo el espacio" del Palacio Episcopal tras constatar que Córdoba se encuentra "marcada con una etiqueta cultural muy potente: la de ciudad musulmana" y, según ha interpretado la plataforma, "lejos de considerarlo como un valor patrimonial y turístico de primer orden, con la Mezquita de Córdoba como emblema mundial", la Iglesia "lo ve como un inconveniente".

La plataforma precisa que en el expediente se recoge que "el turismo es una de las realidades que manifiesta más claramente este reduccionismo", pues, "a pesar de que la oferta turística cordobesa es básicamente cultural, gira casi exclusivamente en torno a un eje: la antigua Mezquita".

La entidad advierte en este punto de la paradoja de que, precisamente, "es la Iglesia Católica (a través del Cabildo Catedral de Córdoba) la que explota económicamente un conjunto monumental único en el mundo, que le reporta casi 20 millones de euros todos los años" y que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.