Mes del Corazón de Cruz Roja

Maléfica y el corazón salvado

  • Más de un centenar de niños asiste a tres talleres prácticos de reanimación cardiopulmonar para aprender nociones básicas sobre cómo actuar en caso de emergencia

Un momento de la obra del Mes del Corazón.

Un momento de la obra del Mes del Corazón. / Juan Ayala

Maléfica era buena hasta que le rompieron el corazón, convirtiéndose en la malvada bruja y hada antagonista de La bella durmiente. Y se volvió buena enseñándole a los niños cómo con sus manos sanaba los corazones rotos. Así se podría resumir la adaptación libre que de la película de Walt Disney que, retitulada en este caso Maléfica y el corazón embrujado, ha servido para enseñarle a los menores de entre cuatro y seis años cómo deben reaccionar cuando sean testigos de una parada cardiorespiratoria. Se trata de uno de los tres talleres de maniobras de Reanimación Cardiovascular (RCP) Básica para niños, impartidos dentro de la cuarta edición del Mes del Corazón, organizado por el Hospital Cruz Roja y el Colegio de Médicos de Córdoba.

Esta actividad trata de, como ha detallado el presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Bartolomé Galán, de permitirles a los menores reconocer lo que es una parada cardiorrespiratoria, cómo afrontar esta situación y la puesta en marcha de forma rápida y sin miedos de las maniobras de RCP. Para ello se han involucrado a colegios de Córdoba y provincia, reclamando la enseñanza obligatoria de las maniobras de RCP en los centros "desde pequeñitos".

"Esto les ayuda a que cuando haya una pérdida de conocimiento sepan reaccionar, llamar y pedir ayuda; e incluso a los más mayores se les enseña a hacer la RCP", ha relatado Galán. "Además, se les enseña a los niños con los talleres a llevar una vida saludable, lo que deben comer y que deben hacer deporte; o sea, cambiarles los estilos de vida desde pequeñitos, algo que es muy importante", ha puntualizado

Todo en un contexto en el que, según los organizadores, "el Mes del Corazón, a través de estos talleres creados a partir de una metodología basada en el desarrollo físico y cognitivo de los peques sin franja de edad, "es la viva muestra de que aquellos que creemos que no están capacitados para afrontar estas situaciones, nos dan sobradas lecciones de capacitación". 

La intensivista y directora del Mes del Corazón, Noelia Muñoz, ha explicado que para poder enseñar a los niños de cuatro y seis años que no tienen fuerza suficiente como para hacer una RCP, "lo que hemos hecho es que a través de un cuento de Disney, el año pasado lo hicimos con Frozen, el anterior con Blancanieves y los siete enanitos y este año con Maléfica, es enseñarles qué significa perder la conciencia, para que ellos puedan identificar la diferencia que existe entre estar dormidos y perder la conciencia". Muñoz ha insistido es que "lo único" que se pretende con este taller es que el grupo de niños entre cuatro y seis años es que "ellos sepan que hay algo que está ocurriendo que no está bien y que tienen que pedir ayuda".

Para ello "modificamos un poco el cuento y lo hacemos una obra de teatro de unos 15 a 20 minutos" para que los menores identifiquen que "esa persona está inconsciente, que algo está ocurriendo y que hay que llamar; el príncipe en este caso no salva la vida con el beso, sino que lo hace a través de magia en las manos, que es la RCP; y luego los niños traen sus peluches favoritos para practicar con ellos lo que es hacer esa RCP", ha destacado Muñoz. "¿Está consciente o inconsciente? Lo llaman ¿respira o no respira? Hay que llamar a alguien ¿A quién llamamos? Al 112", son algunas de las frases que se han escuchado durante la impartición del taller. "Luego todo ello lo plasman en un folio que les dejamos para que pinten aquello que han aprendido; y de verdad que es alucinante lo que aprenden", ha puntualizado la directora del Mes del Corazón.

Un grupo de niños participa en unos de los talleres. Un grupo de niños participa en unos de los talleres.

Un grupo de niños participa en unos de los talleres. / Juan Ayala

Otro de los talleres, el dirigido al grupo de niños de siete a nueve años y llamado Mágia con Los Descendientes, ha estado impartido por "tres compañeros que son magos amateurs" que han identificado todo el algoritmo de la RCP a través de trucos de magia, lo que significa que, por ejemplo, identifican el atragantamiento con la salida de las monedas de los maniquíes. "El año pasado, que representamos la obra Frozen, congelaron un vaso y veían como a través de la magia el corazón se podía haber congelado y qué es lo que había que hacer para descongelarlo y que reviviera", ha relatado la intensivista. "Este año es a través de Los Descendientes [película original de Disney Channel en la que también aparece Maléfica], una obra en la que aprenden la RCP a través de las estaciones", ha detallado.

En el tercero de los tres talleres, el dirigido a niños de entre diez y 13 años, "ya se les ha enseñado el algoritmo completamente, como si fueran médicos", ha añadido. En este taller, denominado Yo también puedo ser médico, a los menores "se les enseña a identificar, a pedir ayuda, a poner a la personas en posición lateral de seguridad e incluso a como reaccionar ante el atragantamiento y ya a hacer una RCP en condiciones, como a cualquier adulto", ha puntualizado la jefa de Cuidados Intensivos del Hospital Cruz Roja.

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