Las persianas de las 48 cabañas que componen el mercado navideño de Las Tendillas ya se han levantado con las "ilusiones" puestas en volver a teñir el centro de Córdoba de un ambiente especial.

Aún es pronto para hacer valoraciones, pero desde la mayoría de los puestos se muestran optimistas con esta nueva edición, como Conrado, que viene "desde Elche" para vender productos aromáticos. Sensaciones encontradas con otros puestos -los menos- que esperan que "la situación mejore" con los días, como el de Ruth, una brasileña procedente de Madrid que tiene un puesto de minerales semipreciosos.

Después del "malentendido" entre el Ayuntamiento y la organización, el mercado ha empezado "fuerte y con ganas", afirma el presidente de la Asociación de Belenistas de Córdoba, Rafael Ramos, a pesar de que el retraso en la obtención de la licencia ha provocado que tengan que hacerse con un generador eléctrico para encender las luces que cuelgan por los puestos del mercado. "Hemos tardado más en entregar la documentación del contrato con la empresa energética", ha lamentado Ramos.

Empanadas gallegas de pulpo o de bacalao son algunos de los productos, junto a otros de bollería -todos tradicionales-, que han llegado desde Ordes (La Coruña). Este puesto, situado en mitad de la plaza, de cara a la calle Claudio Marcelo, es uno de los clásicos de este mercado navideño que cumple seis años. "Hemos venido todos los años", afirma Rodica, quien se muestra "muy contenta" con la respuesta que recibe de los cordobeses. Sin embargo, en esta ocasión han sufrido un pequeño revés por parte del Ayuntamiento al "no permitirles vender pan", ha señalado Ramos al acercarse a esta cabaña.

Una pareja de escoceses se pasea por las inmediaciones del mercado con una bolsa de ibéricos extremeños. En su interior: panceta. "Está buenísimo", declaran entre risas en un tímido español. Sofía, vecina de la calle Cruz Conde, también se agolpa frente al escaparate de este puesto para hacerse con unas morcillas extremeñas para su marido. Al vivir justo al lado, "tiene la suerte" de pasar por aquí todos los días, afirma. Desde este puesto, que también ha hecho pleno de asistencia todos los años, transmiten su entusiasmo "tras estos primeros días de mercado" y desean que "así continúe".

Otro de los puestos que genera más afluencia de público a su alrededor es el de gofres de Bailén, delante de la fachada del instituto Góngora, que cuenta con una amplia gama de sabores para los más golosos y que no puede faltar en esta época de frío. 

Además de los puestos gastronómicos, no pueden faltar otros como los de confección artesana de piel de Ubrique o los preferidos por los coleccionistas donde encontraran bolas de navidad y figuritas del belén.

Gran parte de los vendedores ambulantes, venidos de todo el territorio nacional, se quedarán hasta el próximo 22 de diciembre en pisos de alquiler de la capital, pero también hay cordobeses que se benefician ocupando "los puestos de trabajo que genera este mercado", señala Ramos. 

Una nueva navidad va cobrando vida en la capital y este mercado, en el epicentro de la ciudad, es el primer esbozo de ello, a pesar de aquellos que aún se resisten a escuchar los primeros villancicos.

El horario del mercado es de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00, de lunes a viernes, y hasta las 23:00 los fines de semana.