Diario de los libros

Manel Loureiro en Córdoba: "Nadie puede predecir lo que va a funcionar, esa es la magia de este trabajo"

José Manuel Santiago, Cintia Bustos, Manel Loureiro, Leopoldo Izquierdo, Isabel Baena y Antonio Lao.

José Manuel Santiago, Cintia Bustos, Manel Loureiro, Leopoldo Izquierdo, Isabel Baena y Antonio Lao. / Juan Ayala

Apodado por la crítica como el Stephen King español, el fenómeno Manel Loureiro crece como la espuma. Su última novela, La ladrona de huesosestá entre los libros más vendidos. Cada vez más lectores se dejan atrapar por sus narraciones, unas historias que mantienen el alma en vilo hasta el último momento. Incluso, la propia Reina Letizia no pudo resistirse y compró un ejemplar de esta novela durante la pasada inauguración de la Feria del Libro de Madrid. 

El autor gallego ha sido el protagonista del Diario de los Libros, un encuentro organizado por el Día de Córdoba (Grupo Joly). Su carácter espontáneo y cercano ha cautivado a los presentes, con quienes Loureiro ha compartido sensaciones y vivencias a lo largo de su trayectoria, además de narrar todas los entresijos de su nueva novela y debatir sobre la metaliteratura -una de sus pasiones-.

El acto ha contado con el patrocinio del Ayuntamiento de Córdoba, La Fundación Cajasur y el Palacio de Viana. En este último espacio se ha desarrollado la cita, un monumento que ha impresionado al autor. De hecho, Loureiro ha asegurado que deberá volver a Córdoba para descubrir detenidamente este palacio simbólico de la ciudad. 

Conducido por el director de Diario de AlmeríaAntonio Lao, el acto ha reunido a numerosos representantes institucionales, como el director de la Fundación Cajasur, Leopoldo Izquierdo, o la delegada de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba, Cintia Bustos. 

El escritor ha explicado algunos de los momentos que ha vivido en el proceso creativo de esta novela. Y es que, a lo largo de las 500 páginas que componen esta historia, hay todo tipo de emociones, giros inesperados y un auténtico desafío para el lector, quien sentirá la necesidad de contribuir a la trama para formar ese enigma al ritmo frenético con el que se narran los acontecimientos. 

El escrito posa junto a su libro en uno de los patios del Palacio de Viana. El escrito posa junto a su libro en uno de los patios del Palacio de Viana.

El escrito posa junto a su libro en uno de los patios del Palacio de Viana. / Juan Ayala

Alegría enorme, responsabilidad y pánico en estado puro. Así se siente Manel Loureiro tras el éxito de La ladrona de huesos. "Por una parte estoy muy feliz, cuando decides que tu trabajo va a ser contarle historias a la gente, siempre sueñas con que tu nombre aparezca en la portada de los libros, pero por otro, me siento muy responsable".

El autor ha señalado que cuando un lector adquiere un libro se establece un "pacto implícito" entre quien adquiere la obra y el escritor. "En primer lugar, quien se lo compra te da su dinero y, además, te da su tiempo de ocio, algo mucho más valioso y escaso". Otra sensación que está experimentando Loureiro es que "estoy absolutamente aterrorizado, me da le sensación de que estoy haciendo que pasen cosas a mi alrededor, pero no sé cómo hacer para controlarlas". 

Una trama de intriga 

Durante una cena romántica, Carlos desaparece de forma inexplicable y sin dejar rastro. Laura pregunta por su novio pero nadie lo ha visto, los dueños del restaurante le dicen que ella ha estado cenando sola, es como si se lo hubiese tragado la tierra. Una llamada al móvil de Laura le anuncia que, si quiere volver a ver con vida a su pareja, tendrá que aceptar un peligroso reto: robar las reliquias del Apóstol en la catedral de Santiago. Una propuesta de enorme consecuencias que Laura decide aceptar. 

A partir de ese momento, la joven tiene siete días para entregar los huesos. En ese momento, el lector se adentra junto con la protagonista en una cuenta atrás para descubrir ¿Quién lo ha hecho?, ¿Por qué? y ¿Para qué?. "Estamos diseñados para resolver acertijos y cuando un desafío va envuelto en una historia donde hay emociones e intereses humanos, la cosa se transforma en algo mucho más divertida, cuando escribes tienes que conseguir que sea una especie de montaña rusa", indica el autor.  

La historia se desarrolla en un lugar tan costumbrista como es Santiago de Compostela y su camino de peregrinación. "El camino no es un sitio, es una experiencia", afirma el escritor gallego. En concreto, la historia nace en Pedrafita do Cebreiro, el pueblo donde una de las rutas (el camino francés) entra en Galicia. Otros escenarios que se describen con todo lujo de detalles son Madrid, Rusia, México o Suiza. Loureiro ha confesado que todas estas ubicaciones las visita él mismo antes de introducirlas en su historia. 

"Una de las cosas que más me gusta es hacer el trabajo de documentación previo, poder viajar a los sitios donde van a trascurrir las escenas del libro. Para mi es fundamental, yo necesito recorrer físicamente los espacio que van a transitar los protagonistas", ha indicado el autor, quien también ha confesado que, en esta ocasión, debido a los últimos acontecimientos, no pudo viajar a Rusia. 

Por otro lado, Loureiro también ha destacado su predilección por los personajes femeninos. "A nivel racional somos iguales, pero a nivel emocional somos totalmente distintos, tenemos una forma diferente de enfocar los desafíos y afrontarlos". Por ello, el escritor ha preferido colocar a Laura para afrontar la desaparición de su novio y enfrentarse a la misión que le han trasladado. 

Sobre la posibilidad de que esta historia se traslade a la ficción, el escritor no descarta esa opción. Aunque ha querido dejar claro que "si escribes pensando en una adaptación, estás cometiendo un error. La adaptación de un libro a una serie o película es un proceso muy complicado. Un libro soy yo escribiendo, pero en una serie intervienen cientos de personas, se toman un montón de decisiones, se invierte mucho dinero y es casi un pequeño milagro cada vez que un libro se transforma en una serie o película", ha reconocido. 

La inspiración está en el día a día

El coloquio en el Palacio de Viana ha servido además para conocer la construcción de la novela, una historia que se remonta a años atrás, durante la época universitaria del autor. Loureiro estudió derecho en Santiago, cuya catedral esta siempre abierta al ser punto de peregrinación. Alguna que otra mañana de invierno y fuertes lluvias, el escritor gallego usaba este templo santo como atajo provisional. Fue en uno de esos momentos, cuando se vio solo ante la inmensidad de la Catedral de Santiago, cuando no pudo evitar sentir "una fascinación morbosa" al preguntarse: "¿Qué me llevaría?", ha ironizado. 

Años más tarde sucedía uno de los robos más mediáticos del país: el Códice Calixtino, una de las primeras guías para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago, datado del siglo XII y que se encuentra custodiado en la catedral de Santiago. En julio de 2011, esta joya histórica desapareció. Al parecer, solamente tres personas tenían acceso a la sala en la que estaba guardado: el deán del templo, José María Díaz, y dos investigadores. Pero un cuarto sospechoso guiaba la investigación de los agentes, Manuel Fernández Castiñeiras, un electricista de la catedral que había dejado de trabajar en el templo tras 25 años de dedicación. Tras un año de investigación, la policía halló el Códice en el garaje del electricista. 

Tras este hecho, el escritor forma el puzzle con las piezas que tenía en su cabeza. "El proceso creativo a veces surge de cosas insospechadas, de pequeñas experiencias banales que al principio no tiene ninguna importancia, pero cuando las conectas unas con otras, de repente, todo encaja". 

Un momento durante el Diario de los Libros. Un momento durante el Diario de los Libros.

Un momento durante el Diario de los Libros. / Juan Ayala

Cuenta que en una boda, tras un momento de descanso, vio a un chico joven con el móvil ajeno a lo que allí sucedía. "En el momento en el que vi que hacía un gesto en concreto, me di cuenta que iba a ser el protagonista, o uno de ellos, de una historia que tengo que escribir. Haya veces en que de nimiedades surge la chispa, porque nadie puede predecir lo que va a funcionar, esa es la magia de este trabajo".

De la toga a los libros

Abogado de profesión, el autor gallego colabora como articulista en diversos medios de prensa escrita de ámbito nacional, también es presentador y ha trabajado como guionista en varios programas de televisión. Parece que su destino estaba escrito, aunque al comienzo de su carrera profesional vestía con toga y acudía a diario a los juzgados.

El escritor recuerda esos años con cariño. "Me lo pasé muy bien en esa profesión hasta que me di cuenta que no estaba hablando con mi propia voz". "La literatura jurídica es a la literatura lo que la música militar es a la música, técnicamente es muy perfecta pero le falta ese punto de rebeldía, y yo me encontraba atrapado en ese universo", ha confesado. 

Loureiro ha experimentado lo que significa hacerse viral incluso antes de que el fenómeno de las redes sociales irrumpiesen en la sociedad. Un buen día decidió abrirse un blog en internet y compartir su primera novela, aquella que escribía en sus ratos libres frente al ordenador, sin saber que meses más tarde millones de personas serían seducidas por la trepidante historia. 

De repente, le llegó un correo de un periódico de Chile y otro de una radio de México. Ambos medios reclamaban hacerle una entrevista, pero mientras tanto, "yo era un abogado de Pontevedra que nadie sabía que era el que estaba escribiendo esa historia en internet". Años después, la narración se volcó en un libro y llegó a convertirse en un best seller. En ese momento, empezó todo.

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