La Consejería de Salud y Consumo ha organizado en Córdoba la jornada Salud de la Infancia y la Adolescencia: retos y perspectivas, en la que el doctor José Rumbao, coordinador del Plan Andaluz de Salud en la Infancia y Adolescencia, ha presentado este proyecto para el período 2023-2027, aprobado el pasado 7 de noviembre por el Consejo de Gobierno.

En la inauguración de la jornada también han estado presentes la delegada de Salud y Consumo, María Jesús Botella; y la jefa del Servicio de Prevención de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería, María Jesús Campos, entre otras autoridades.

Durante su intervención, Rumbao ha señalado que el nuevo Plan es una “inversión de futuro”, porque son los niños y los adolescentes el futuro de cualquier sociedad. Asimismo, ha destacado la importancia de la prevención y la promoción de la salud desde una edad temprana, que persigue el objetivo de reducir la carga de enfermedades a largo plazo y de patologías crónicas, como la obesidad, la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares. Del mismo modo, ha subrayado que es necesario invertir en la salud de la infancia para mejorar la calidad de vida a lo largo de todo el ciclo vital. 

El recién aprobado plan de salud infantil y adolescente es una apuesta estratégica de integración multidisciplinar, investigación y conocimiento de las necesidades de salud de este grupo de población y de su mejor posicionamiento en los presupuestos, la planificación y los servicios de salud. 

Rumbao ha presentado las líneas estratégicas del plan, entre cuyos objetivos figuran promover los hábitos de vida saludables en niños, niñas y adolescentes mediante intervenciones en todas las políticas y entornos; y asegurar una asistencia integral basada en la prevención, detección precoz, la promoción, la protección y la rehabilitación/recuperación de la salud y la reducción de la carga de enfermedad infantil y adolescente.

Asimismo, el nuevo plan impulsará la gestión del conocimiento sobre los determinantes de la salud de la niñez y la adolescencia y de la epidemiología de la enfermedad infantil y adolescente; y se promoverán entornos seguros, amigables e inclusivos que prevengan los problemas de salud derivados principalmente de accidentes, traumatismos y todo tipo de violencia. 

Finalmente, el último de los retos aborda el fortalecimiento del enfoque de derechos y la visibilidad de la infancia en planes, estrategias y servicios del servicio sanitario público, junto con la importancia de hacer efectivos todos los desarrollos y avances que se derivan de la inclusión del marco de derechos de la infancia en los sistemas de salud y de hacer de sus servicios y profesionales garantes de la condición de sujetos de derechos de niños, niñas y adolescentes.

Por su parte, Botella ha indicado que "uno de los retos de los sistemas de atención a la infancia y, en particular, de los sistemas públicos de salud, es incorporar la visión de los menores como sujetos de derechos y no sólo como beneficiarios de cuidados y prestaciones". Para ello, “es necesario invertir en la salud de la infancia para mejorar la calidad de vida a lo largo de todo el ciclo vital”.

Durante la jornada se han abordado aspectos como la inclusión del enfoque de derechos de la infancia en las políticas públicas, el refuerzo de las actuaciones del sistema sanitario para la protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia -de acuerdo al nuevo marco normativo que constituye la ley Orgánica-, la parentalidad positiva, los estilos de vida saludables, la prevención y apoyo en situaciones de riesgo psicosocial, la alfabetización mediática y el uso seguro de internet.