La feria de la joyería cordobesa (Joyacor) vivió ayer domingo, como es habitual, su día más multitudinario y permitió a sus organizadores hacer un balance inicial que, en principio, apunta a que la crisis ha hecho mella y ha reducido la cuantía de las transacciones, según avanzó el presidente de la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba, Manuel Berral.

El principal representante de este importante sector productivo, fundamental en el economía cordobesa y organizador del evento, no quiso ser sin embargo alarmista e hizo una lectura positiva del encuentro, que por vez primera en sus XXIV ediciones se ha celebrado en el mes de noviembre. Berral recordó en ese sentido las declaraciones que realizó hace unos días cuando se presentó la feria y en las que dijo que los joyeros esperaban recibir "oxígeno" estos días para tratar de superar una racha muy dura. Afirmó que, aunque tal vez no se ha conseguido "del todo" dicho objetivo, "sí que hemos notado por lo menos algo de aire fresco con el que afrontar el futuro".

Las expectativas de los organizadores eran que este año pasasen por Joyacor unos 10.000 visitantes y, aunque aún no se tienen cifras al respecto, la sensación que hay entre los joyeros cordobeses es que finalmente no se podrá alcanzar esa cota.

El presidente de los joyeros se mostró satisfecho sin embargo de que la feria, pese a las turbulencias económicas, haya logrado seguir siendo atractiva para los profesionales y haya acaparado la atención de empresarios y comerciantes de todo el país y del extranjero. En ese sentido, recalcó que el cambio de fecha no ha supuesto un grave problema y afirmó que Joyacor "sigue estando en la agenda" de los profesionales como uno de los dos principales puntos de encuentro del sector, al igual que la feria madrileña Iberjoya. "Se ha mantenido la fidelidad cosechada en los años precedentes y se puede decir que seguimos contando", subrayó el empresario.

Berral también habló sobre lo que puede ser el futuro de la joyería y señaló que lo que se ha atisbado durante estos días de feria es que existe un clima de gran incertidumbre. "Todos estamos a la espera de que ver lo que ocurre después de la cumbre de Washington y de los resultados que puedan tener las decisiones que allí se tomen", explicó el presidente de los joyeros, un sector que depende en gran medida del precio del oro, el cual ha sufrido en los últimos meses enormes fluctuaciones.

La organización de la feria también advirtió por último que durante los días que ha durado Joyacor sí que se notado un cambio en la demanda de los comerciantes, que ahora están apostando en general por productos más económicos. "La crisis hace que mucha gente no se pueda gastar tanto dinero como antes y es normal que los comerciantes opten por productos atractivos para la cartera", concluyó Berral.