Joan Notario | CEO de AICOR Consultores Informáticos

“La empresa que no se suba al carro de la transformación digital desaparecerá”

  • Dirige una empresa que lleva de la mano a otras sociedades en sus procesos de innovación y considera que Córdoba es aún muy tradicional y conservadora a la hora de emprender ese camino

Joan Notario posa en la sede de Aicor.

Joan Notario posa en la sede de Aicor. / Miguel Ángel Salas

Joan Notario dirige una empresa muy especializada en transformación digital. “Tocamos todo lo que conlleva una transformación digital, desde la formación y preparación al empresario o a las personas que vayan a participar, a la aplicación de las soluciones, las plataformas, los servidores, la ciberseguridad necesaria para rodear esa solución y el acompañamiento en la implantación”, detalla.

–¿Qué es transformación digital?

–La gente entiende por transformación digital, y me preocupa, tener una página web en internet y vender a través de ella. Es decir, pasar de la presencialidad a lo digital. Y realmente, la transformación digital no es solamente eso. Es apoyarnos en las tecnologías para mejorar y optimizar los procesos, la comunicación, la difusión de la empresa. Es una gran herramienta también para ampliar otros canales de venta y va mucho más allá. Es el uso de herramientas para un cambio de metodología de la empresa. No obstante, es algo que se aplica no solamente a la empresa, sino también a la administración pública, a la educación...Afecta a muchos sectores de la sociedad.

–¿Cómo afecta la pandemia a la digitalización empresarial?

–La pandemia ha venido a acentuar esa necesidad de digitalización en las empresas para ser competitivas. Hay muchas empresas y entidades que lo que están haciendo es intentar subirse al carro, lo que no hicieron antes, pero por ello no se ha acelerado el proceso de transformación digital, ese es el problema, porque la transformación digital lleva mucho tiempo y su punto de partida es la concienciación, para qué la quiero usar.

–¿Cómo está Córdoba en ese sentido?

–Córdoba es una ciudad muy conservadora en ese sentido. A Córdoba le hace falta mucha concienciación en lo relativo a transformación digital, aunque hablar en general no es fácil, porque hay empresas y personas que son líderes en ella, pero la gran mayoría están muy atrás en cuanto a entender qué es la transformación digital.

–Un estudio revela que el 39% de las empresas de Córdoba no tiene un plan de transformación digital ni intención de prepararlo, ¿qué le dice este dato?

–Que esas empresas tienen un problema muy grande. La empresa que no se suba al carro de la transformación digital está condenada a la no existencia, a desaparecer, ya que no va a ser competiviva. Tenemos que tener en cuenta que nuestros hijos, que son nativos digitales, no van a concebir unos servicios o una atención por parte de las empresas que no estén digitalizados. Y ellos son el futuro.

Joan Notario posa en la sede de Aicor. Joan Notario posa en la sede de Aicor.

Joan Notario posa en la sede de Aicor. / Miguel Ángel Salas

–Los tiempos están cambiando.

–Ya han cambiado. En internet antes se buscaba la compra barata y ahora lo que se busca es experiencia. Si compras por ejemplo en Amazon estás comprando experiencia en un lugar que al día siguiente te trae el producto a casa y en el que hay devoluciones sin ningún tipo de problemas. Y si haces una comparativa de precios –nosotros lo hacemos mucho con clientes estudiando su estrategia para su presencia en internet en la venta– ves que Amazon no es de los lugares más baratos donde puedes comprar.

–¿Y cómo se compite con gigantes de la venta ‘on line’ como Amazon o AliExpress?

–Innovando, vendiendo experiencia. El problema es que tenemos que darle valor a nuestro servicio y ni siquiera nos planteamos analizar nuestro negocio. Hay un gen muy conservador en Córdoba. La gestión del cambio genera un gran pánico y por eso no se da ese paso hacia adelante. El cambio no es invertir en herramientas, el cambio empieza por analizarse uno a sí mismo, ver qué haces tú, qué hace tu competencia y qué puedes hacer diferente a ella.

–¿Cuáles son los principales problemas con los que se encuentran a la hora de iniciar un proceso de transformación digital en una empresa?

–Pues que muchas veces tenemos que evangelizar. Muchas veces nos encontramos, y además suelen ser proyectos que fracasan, que el cliente lo que quiere o es un programa de gestión o un ERP porque se lo ha dicho el asesor, pero no te viene diciendo necesito una herramienta porque voy a mejorar en esto, en esto y en esto. La gestión del cambio de ese posible cliente que te viene es difícil y traumática, porque se resiste al cambio.

"Me preocupa que la gente entienda por transformación digital tener una página web y vender; es mucho más que eso”

–¿Cuesta evangelizar?

–Mucho, y además es frustrante. Hemos sacado cursos que han sido fracasos, que los hemos estudiado, que hemos creado metodología, temarios, para capacitar desde el comercio hasta la pyme en transformación digital, para posicionarlos en la línea de meta, y la captación de alumnos nos ha costado Dios y ayuda. Cuando le hablas de una formación a unos comerciantes lo primero que te dicen es que en una parte lo entienden, que sea fuera del horario comercial…porque ellos tienen que atender sus negocios, claro, son autónomos, es normal. Pero, ¿es una decisión de falta de tiempo o es que realmente no tienen conciencia de que tienen que formarse? No lo sé.

–¿Qué sector es el que necesita más innovación en Córdoba?

–El comercio. Hace una década se hablaba de las grandes plataformas, como El Corte Inglés, Carrefour…que le hacían la competencia al comercio, pero es que ahora mismo esa competencia es global. Le pongo un ejemplo de cómo innovar, con un simple whatsapp business. Desde la pandemia hay mucha gente que compra, por ejemplo, el pescado a su pescadero a través de whatsapp porque además el pescadero le informa constantemente del producto que tiene sin necesidad de ir a la tienda. Cualquier ciudadano de a pie con esa metodología y con ese mensaje seguiría comprando a su pescadero y no se iría a Amazon Fresh ni a El Corte Inglés a por productos frescos. No obstante, la postura del comerciante en su mayoría es estar con las puertas abiertas esperando a que el cliente acuda y ya no es así, tienes que ir tú a por el cliente y venderle experiencia, calidad e información.

–¿Y la industria?

–Si hablamos de las grandes industrias, sí apostaron hace ya tiempo por la digitalización, no solamente en la parte de la robótica, también en la de la inteligencia artificial. Pero hay empresas que siguen con el papel, con el documento, con albarán hecho a mano, no tienen un análisis de costes, no analizan cuáles han sido las experiencias de compras de sus últimos clientes. Entienden que ese juego no va con ellos y es preocupante que se planteen eso así, cuando la digitalización les va aportar mucha información para tomar decisiones, para apostar por unos clientes o por otros, para mil cosas.

Joan Notario posa en la sede de Aicor. Joan Notario posa en la sede de Aicor.

Joan Notario posa en la sede de Aicor. / Miguel Ángel Salas

–Pinta un futuro para las empresas que recuerda al cuento aquel de ‘Que viene el lobo’.

–Es que el lobo ya está aquí y se está comiendo las ovejas. Y solo hay dos opciones, o armarte con herramientas contra el lobo o que siga comiéndose las ovejas.

–En ese contexto cree que el comercio tradicional se encamina a pasarlo peor de lo que lo está pasando.

–Sí. Piense que, por ejemplo, en Estados Unidos incluso las grandes plataformas venden los productos por internet y lo que tienen son espacios presenciales para que la gente pueda probarse esos productos. La experiencia de compra está cambiando, ha cambiado. De alguna manera el comerciante tiene que ir a por el cliente, tiene que ir hacia él con nuevos métodos, con temas de app, de comunicación, de difusión, con cartelería digital, con muchas otras soluciones distintas a como lo están haciendo actualmente. Nuestros hijos son nativos digitales, hoy en día nosotros somos los que compramos, de aquí a diez años o poco más van a comprar ellos y la manera que tienen de hacer las cosas en ese sentido es muy diferente a la nuestra.

–Uno de los factores imprescindibles para fomentar la innovación el el ámbito TIC y en todas las empresas es la formación y la gestión del talento, de tal manera que el marcado laboral cuente con los profesionales que demanda. Bajo su punto de vista, ¿cómo se puede solucionar ese desequilibrio?

–Pertenezco al comité de Transformación Digital de CECO y en una reunión con la Universidad de Córdoba les transmití que tenemos un gran problema que se va a crecentar porque la Educación no está preparada para esos nuevas profesiones que se van a crear y que ni siquiera existen todavía. La Universidad y los grados superiores y medios requieren de una mayor especialización para lo que realmente el mercado laboral demanda y va a demandar. Las personas que forman para poder salir al mercado laboral son escasas y además poco especializadas. Y el problema se va a agudizar mucho más porque siempre la Educación va por detrás del mercado laboral en especialización.

"Con gigantes de la venta ‘on line’ como Amazon o AliExpress se compite innovando, vendiendo experiencia”

–¿Y la innovación va por delante de la sociedad?

–Sí, demasiado por delante de la sociedad. Un ciudadano de a pie entiende tecnología e innovación en cuanto a lo mucho que ha mejorado el Facebook, el Instagram... o las muchas cosas que puede hacer con ellos. Estamos en la experiencia de usuario, en el Frontend, pero en el Backend, en la parte de atrás, la tecnología que hay es brutal y en eso vamos cada vez muchísimo más rápidos.

–Uno de los caballos de batalla de su empresa es la ciberseguridad, ¿en internet existe la seguridad total?

–No. Con la o i t (el internet de las cosas) es un problema muy serio el que se está generando, una inseguridad brutal. Cuando hacemos prácticas de hacking ético en empresas, y yo las he hecho en casa de amigos míos, comprobamos que la seguridad en internet es casi nula. No hay una concienciación de ciberseguridad y de que estamos muy expuestos. Doy charlas de ciberseguridad y lo normal es que la gente se quede descolocada cuando le empiezas a plantear todos los riesgos en los que estamos y lo que no somos conscientes de ello.

–¿Y cómo se combate eso?

–Con concienciación y con formación, educándote en los tipos de ataques que hay. Debes tener conocimiento, por ejemplo, a la hora de comprar por internet si esa página es segura o si lo son los correos que recibes. Yo siempre digo que la ciberseguridad debería ser una asignatura que se enseñara en los colegios. A los niños, por ejemplo, se les habla de ciertos términos informáticos en los colegios, pero ellos, que manejan móviles, no saben ni siquiera lo que es una sustitución de identidad. Y llega un momento en que en internet lo aceptamos todo a cambio incluso de nuestra intimidad.

–¿Por ejemplo?

–Por ejemplo, al aceptar cookies. Le pongo otro ejemplo, Alexa, ese y otros sistemas de Google nos están escuchando constantemente. Si tienes Alexa, Google controla mucha más información tuya.

Joan Notario durante un momento de la entrevista. Joan Notario durante un momento de la entrevista.

Joan Notario durante un momento de la entrevista. / Miguel Ángel Salas

–¿Y luego utilizan esa información?

–Exacto. Al aceptar las cookies has dicho que aceptas que compartan tu información con terceros y uno de esos terceros es Facebook. Por cierto, Facebook tiene la capacidad de saber cuál es tu estado de ánimo en base a los mensajes que tú pones, tendencias políticas, cuáles son tus intereses, a quién conoces, qué tipo de relaciones tienes, qué estatus social tienes. Hoy en día la información, el dato, vale más que el oro y el petroleo.

–¿Hasta qué punto?

–Hasta el punto de que un click tuyo –un dato– vale dinero. Cuando tú le das a un click en la búsqueda de un producto, alguien está cobrando por ello, y ese alguien es Google. Y si no es Google, es Facebook. Es más, tu click se subasta. El que más pague por él se lo lleva. El anuncio que después tú vas a ver en internet es del que más ha pagado por tu click. Todo eso se gestiona con una herramienta que es un diablo, es Google Analitics.

–Google, ese Gran Hermano.

–Ese Gran Hermano que todo lo controla y que cobra miles de euros al mes por posicionamiento a las empresas.

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