Mujeres Singulares

Inmaculada Mengíbar, una voz feminista de la poesía

  • En sus creaciones literarias, reivindica su derecho como mujer a la producción, frente al tradicional papel de la reproducción y así lo refleja en sus obras

Inmaculada Mengíbar, en el centro, durante  un acto en Cosmopoética en 2011

Inmaculada Mengíbar, en el centro, durante un acto en Cosmopoética en 2011 / El Día

Inmaculada Mengíbar nació en Córdoba en 1962. En la Universidad de Granada se licenció en Filología Hispánica y es en esta ciudad donde comenzó a escribir y publicar, pudiendo encuadrarse su poesía en el grupo denominado como poesía de la experiencia o nueva sentimentalidad, muy vinculado al poeta de la Generación del 27 Rafael Alberti y al profesor universitario Juan Carlos Rodríguez. Una estética en la que también coinciden, sus influencias de la Generación del 50, sobre todo Jaime Gil de Biedma, del que toma el préstamo de su primer título publicado.

Es en 1988 cuando ve la luz su primer poemario en la editorial Hiperión. Se trata de Los días laborables, un conjunto de poemas de corte intimista y tema amoroso con el que quedó finalista del premio que promueve la misma editorial.

Su primer poemario fue 'Los días laborables', un conjunto de poemas de corte intimista

Fue un descubrimiento y le sirvió para tener presencia en el panorama literario español en cuanto a poesía escrita por mujeres. Aquí, la poetisa alude casi siempre a la segunda persona o a la tercera, pues cuenta una historia de amor en pequeños detalles y vivencias, con una voz muy coloquial y cercana, trascendida por la cuestión femenina que se atreve: "Pero seamos realistas: / Penélope, cosiéndole, / no es más feliz que yo / ahora mismo rompiéndole / la cremallera".

Pantalones blancos de franela –en 1994– fue su siguiente entrega, con la que obtuvo el Premio Jaén de Poesía y también es editado por Hiperión. En este conjunto de poemas continúa con un tono lírico amatorio, el gusto por las imágenes retóricas y la voz de género que la caracteriza. No hay grandes cambios estilísticos, pues la autora parece haber encontrado su voz en los dos libros citados. Tiene un bloque que son poemas muy breves en los que ella relee los mitos. Es una óptica feminista, muy irónica, están llenos de humor, pero a la vez son muy rigurosos en el sentido de que trata cosas muy importantes: el amor, el desamor, la infidelidad, la relación con la familia... es luminosa. Y completa la trilogía con Poemas en el número 3 de Reverso, en abril de 1996.

Hay un prejuicio, y es que la voz masculina nos habla de lo universal a mujeres y a hombres, pero si lees un poema con una voz marcadamente femenina o una novela con protagonista femenina, ya es parcial. Sólo existe buena o mala literatura.

Inmaculada Mengíbar reivindica su derecho como mujer a la producción, frente al tradicional papel de la reproducción y así lo refleja en sus obras. Aún hoy la presencia de la mujer en la difusión literaria sigue siendo tenue, los planes de estudios no reflejan y no inducen a pensar a los niños, adolescentes y adultos de hoy que también hubo mujeres poetas, buenas poetas, en las grandes generaciones literarias de España.

Si pensamos, por ejemplo, en la Generación del 27, es fácil que vengan a la mente los nombres de Lorca, Cernuda, Prados o Guillén. Sin embargo, ahí estaban también Josefina de la Torre, una rareza surrealista y mística que fue la primera mujer en ganar el Nacional de Poesía, Ernestina de Champourcin, Lucía Sánchez Saornil o Concha Méndez, entre otras. Aún hay mucho camino por recorrer para la visibilización de voces que merecen ser leídas, también, en las aulas y, por consiguiente, en la sociedad.

En los años 80, Inmaculada Mengíbar y su Pantalones blancos de franela fue clasificado como uno de los libros más altos e intensos del final del siglo XX en España. Poeta sensacional, es magnífico su erotismo rotundo, pero es difícil encontrar sus libros porque están descatalogados.

Inmaculada Mengíbar y su 'Pantalones blancos de franela' fue clasificado como uno de los libros más altos e intensos del final del siglo XX

Pero poemas suyos han sido recogidos en distintas antologías, entre las que destacan Ellas tienen la palabra: dos décadas de poesía española (editoriales Noni Benegas y Jesús Munárriz; Madrid, Hiperión, 1997), publicado en 1997, un libro que dio luz sobre las poetas de la segunda mitad del siglo XX en España, un hito y una referencia ineludible en el campo de la literatura y de la crítica literaria en este país.

Veinte años después se reeditó, por el prestigioso sello Fondo de Cultura Económica, con un análisis de la situación de la invisibilidad de las mujeres poetas y su exclusión del canon. El título de esta edición es Ellas tiene la palabra. Las mujeres y la escritura.

También están Los cuarenta principales: antología general de la poesía andaluza contemporánea (1975-2002  (editorial Enrique Baltanás; Sevilla, Renacimiento, 2002); Poesía para los que leen prosa (Visor), un libro "de poemas con argumento" para aquellos lectores de novelas que no encuentran en la poesía el placer que suele proporcionarles la prosa; o La otra sentimentalidad: estudio y antología (editorial Francisco Díaz de Castro; Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2003).

La propia autora define su obra como una "poesía de la experiencia, la cotidianidad"

La propia autora define su obra como una "poesía de la experiencia, la cotidianidad", especialmente la que alude a "la evolución del papel de la mujer en todos los ámbitos", de ahí que se haya convertido en una poeta de referencia entre el sector feminista y afirma que su estilo "no tiene nada que ver con la generación surrealista y conceptual".

La poesía representa para esta escritora, "un modo de expresión del pensamiento y un modo de reflexión de las palabras". Ha residido en Granada, Tenerife, Almería y actualmente en Málaga. En la actualidad, Mengíbar ha cambiado algunos registros, ha crecido en la poesía y ofrece nuevas perspectivas de su identidad, sin perder su voz primera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios