Alumbrado

Ilusión intacta en Córdoba en la Navidad más atípica

  • Los primeros viajeros del Paseo de la Ilusión de este año ya han podido disfrutar del alumbrado

  • Cerca de 200 mayores participarán antes del 23 de diciembre

Un de los taxis del Paseo de la Ilusión a su paso por Cruz Conde.

Un de los taxis del Paseo de la Ilusión a su paso por Cruz Conde. / Juan Ayala

“Lo he visto de día y hoy voy a aprovechar para hacerlo de noche por primera vez, cuando está encendido”. Rafael Tierno es uno de los 200 mayores cordobeses que va a disfrutar del Paseo de la Ilusión, un recorrido en taxi para ver el alumbrado navideño desde cerca en diferentes puntos de la ciudad. Gracias al taxi de César Alcalá, ha sido uno de los primeros en montarse en uno de estos vehículos, ya que la iniciativa comenzó hoy y se llevará a cabo todos los días hasta el próximo 23 de diciembre. En el interior del taxi con licencia 390, Rafael ha compartido el momento con Manuel Bujalance, animado por los trabajadores del centro de mayores Duque de la Victoria, al que asiste normalmente.

Para él se trata de un momento que siempre ha visto “muy bonito”, aunque lamenta que “otros años va mucha gente”, al hacerse todas las salidas en un único día, mientras que esta vez “toca ir los dos solos”. Con todo ello, la emoción por ver las luces navideñas se mantiene intacta, especialmente en las circunstancias que enmarcan este año tan peculiar que está a punto de concluir.

Según explica el propio Rafael, el alumbrado “es una de las cosas que más me gusta ver” y así lo hace todos los años. Esta vez ha tenido que esperar a esta oportunidad para saber cómo se ven los adornos una vez encendidos. Las restricciones de movilidad y horarias y la crisis sanitaria le impiden salir por la noche, así que no ha dudado en aprovechar la ocasión y participar en el Paseo de la Ilusión.

El encargado de conducirlos por este recorrido ha sido César Alcalá, que participa en la iniciativa por cuarto año consecutivo. Para el taxista, se trata de una experiencia “muy reconfortante, ellos salen muy poco de sus casas y por el camino van recordando las calles y los lugares que conocen”, por lo que no se escapan las valoraciones sobre los cambios que sufre la ciudad y de la que ellos son testigos. También considera que el Paseo de la Ilusión se ha visto demasiado afectado por la crisis del coronavirus, ya que “antes íbamos en caravana, la gente nos cantaba y nos aplaudía y ellos lo disfrutaban mucho”.

Rafael Tierno y Manuel Bujalance, antes de entrar al taxi. Rafael Tierno y Manuel Bujalance, antes de entrar al taxi.

Rafael Tierno y Manuel Bujalance, antes de entrar al taxi. / Juan Ayala

No obstante, a pesar de que este año la experiencia se haya racionado en nueve días, piensa que “el alumbrado les va a gustar, y eso es lo más importante, que nadie se quede sin su día y sin disfrutar de todo lo que da la Navidad”.

Los viajes superan los 40 minutos, esta vez además “con menos tráfico y sin aglomeraciones, seguro que eso a ellos incluso les hace disfrutarlo más”, argumenta. Los coches recogen a los pasajeros en puntos cercanos a sus casas, prácticamente en la puerta en el caso de Rafael, y hacen una ruta que los lleva por las calles del centro y aquellas en las que el alumbrado es el protagonista.

La iniciativa surgió hace 16 años de la mano de la Asociación Provincial de Autónomos del Taxi de Córdoba (Autacor), y desde entonces ha sido uno de los momentos más especiales del mes de diciembre al acercar el espíritu navideño a quienes más dificultades tienen. Este año ha requerido una reinvención del concepto, dividiendo los viajes en distintos días, para llevarlo a cabo de una manera segura sin dejar a nadie atrás.

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