IVA cultural: reinventarse para sobrevivir

Las empresas culturales llevan año y medio ofreciendo promociones para atraer al público. A veces la única salida es asumir la subida del impuesto aunque suponga menos ganancias.

Ángela Alba

02 de febrero 2014 - 12:13

Tocada e intentando mantenerse a flote. Así se encuentra la cultura cordobesa después de que hace casi año y medio, a principios de septiembre de 2012, el Gobierno central decidiera subir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 8% al 21%. Cuando la crisis ya había hecho mella en el sector -a lo que se añadió la no designación de la ciudad como Capital Europea de la Cultura en 2016, que hizo que algunas empresas cerraran-, el aumento de este impuesto ha supuesto que galeristas y promotores de música y espectáculos pongan en marcha su imaginación para atraer al consumidor. En algunos casos ellos han tomado medidas como asumir esa subida del IVA, realizar ofertas en las entradas o incluso dar un giro en su negocio.

Al inconveniente del aumento de este tributo se une la piratería, que afecta principalmente al cine y la música. En este caso, las salas de proyección han puesto en marcha diferentes campañas para no seguir perdiendo público mientras que los artistas apuestan por la música en directo, promocionándose a través de conciertos. Pero aquí también aparece el peso del IVA, ya que ha hecho que el precio de las entradas suba considerablemente.

La pasada semana, el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, anunció que este tributo bajaría hasta el 10% en transacciones de arte, y al día siguiente manifestó que prevé que la reducción se extienda a todo el sector en los próximos meses, lo que constituye una esperanza para los profesionales, que en estos momentos sobreviven como pueden a la crisis.

Música en directo

Pepe García Román es músico y promotor de conciertos y, tras su paso por varias salas cordobesas, en febrero del pasado año creó el ciclo Rockola, que en noviembre se estableció en la sala Rockola Music Club, situada en la calle Fernando de Córdoba. En su opinión, el impacto de la subida de este impuesto en 13 puntos porcentuales se nota "tanto como promotor como cliente", que es el que "al final paga el pato". Este gestor cultural explica que debido a los cachés de los grupos y los precios de la entrada "tienes que tomar una decisión: o no hago eventos o hay que bajar el precio de las entradas porque si cuesta 10 euros y le subes el 21%, encima de como está el panorama...". Esto ha llevado a una situación en la que "si quieres hacer algo, lo haces con menos medios o no lo haces porque hay que intentar ajustarse a los presupuestos", añade. García Román confiesa que esto le "afecta primero como espectador, segundo como músico y tercero como promotor". Aun así "estamos intentando mantener un nivel en criterios de calidad a la hora de la programación musical y que no repercuta en demasía en lo que se está ofreciendo", apunta, y añade que el objetivo último es que "la gente pueda ir a un espectáculo con calidad a precios asequibles".

Para contrarrestar esta situación se baja el coste de las entradas: "Cuando antes era normal pagar 12 euros ahora podemos hablar incluso de seis, la mitad", subraya. Es decir, "las ganancias son menores, pero no sólo para los promotores, porque cuando un artista hace un circuito por toda España, llega a un sitio y vende 100 entradas, esas 100 entradas en vez de tener un 8% de IVA tienen un 21%". Así las cosas, insiste en que "sumando un bolo tras otro es una cantidad importante". Por lo tanto, esto repercute en el consumidor final, que es el que paga, pero también en el que recauda, que es el promotor, y en el artista, "porque si pone una taquilla de 10 euros, un 21% será para el IVA", concluye.

Una de las salas cordobesas que llevan más tiempo programando música en directo es Metrópolis. Su responsable, Antonio Fernández, explica que tras 12 años este local ubicado en Chinales dejará de acoger música en directo. La razón principal es que por normativa debe adaptar el espacio para realizar este tipo de eventos pero debido a su antigüedad y a los grandes cambios que habría que realizar es "inviable". El planteamiento es echar el telón a nivel de conciertos pero seguirán las sesiones de música electrónica.

Respecto a las consecuencias de la subida del IVA cultural, Fernández indica que "los políticos no son lo suficientemente sensibles a la actividad cultural", cuando ésta "es liberadora" para los ciudadanos. En su opinión, tras la "efervescencia" que produjo la candidatura de Córdoba a la Capitalidad en 2016 se ha iniciado un "proceso de ruralización" o "emigración cultural". Para colmo la subida del IVA ha sido "un mazazo para todos porque ha hecho que se reduzca muchísimo más el consumo, ha perjudicado enormemente a los productos culturales", sostiene.

La situación económica se ha ido agudizando progresivamente, "la gente joven es la que en gran medida sufre la pobreza y va reduciendo más el gasto en cuanto al tema del ocio", apunta. Gran parte del público del sector de la música en directo es joven, por lo que "ha descendido el número de entradas vendidas y a nivel de consumo de espectáculos", incide. En opinión de Fernández, "esto va lentamente, cada vez un poco peor", e incluso "alguna vez he comentado con otros promotores que en los últimos cuatro o cinco años ha podido bajar un 40% o 50% el consumo de conciertos".

Para paliar estos daños la imaginación se agudiza y se hacen ofertas de entradas libres o al 50% en los primeros minutos del espectáculo y consumiciones a la mitad de precio. Todo con el objetivo de atraer al público. "Se buscan fórmulas, incluso disminuir los gastos al máximo llegando a acuerdos con grupos para minimizarlos", aclara el responsable de Metrópolis.

Como anécdota, cuenta que el grupo D'Callaos puso a través de su página web "paga lo que puedas", y hubo personas que abonaron sólo dos euros. "Se ha intentado buscar fórmulas para que la gente que tenga menos dinero no se quede sin acceder a estos productos culturales" como ofertas y promociones para "que una persona que tenga cinco euros pueda divertirse y optar a entrar al concierto", detalla. A los promotores no les "queda más remedio que hacerlo para amortiguar la crisis económica", subraya.

Teatro

El sector del teatro también ha sido uno de los más afectados. En Córdoba el único espacio escénico de gestión privada es Teatro Avanti, cuyo director, Julián Molina, explica que en su caso la subida del IVA "no ha repercutido en la entrada del espectador, lo hemos asumido como un gasto propio de la empresa porque somos conscientes de que la situación económica que pasan muchas familias es negativa". Con esta medida han intentado "seguir manteniendo la afluencia de público" -de hecho, en lo que va de temporada han notado una cierta mejoría-, aunque han dejado de ingresar dinero por taquilla. Es decir, ahora tienen menos ganancias "si es que existen las ganancias", ya que, añade Molina, muchas veces en el mundo de la exhibición los costes que tiene una representación desgraciadamente no se costean con lo que se ingresa por taquilla.

Alquiler y venta de cd y dvd

Si el sector de la música en directo está tocado, lo mismo ocurre con el de venta, por no hablar del alquiler de películas. En los últimos años las tiendas de venta de discos, CD o DVD han ido desapareciendo, lo mismo que los videoclubs. Uno de los pocos supervivientes es Fuentes Guerra Discos, localizado en la calle Caño. Su propietario, Álvaro Fuentes Guerra, apunta que en su producto, concretamente en música, el aumento del IVA no ayuda "por la competencia de internet y plataformas online, así que sólo le hace falta que le suban los impuestos para castigarlo más aún".Desde su experiencia, quizás donde se ha notado más es en las entradas a conciertos y espectáculos. Aunque "es un sector que nosotros no tocamos porque no estamos metidos en organización de eventos, esa problemática nos la trasladan los promotores y los agentes de los que distribuimos entradas", agrega el responsable del establecimiento.

Por otra parte, el alquiler de películas "es un sector que está tan perjudicado que la subida del IVA la estamos asumiendo nosotros", confiesa. En Fuentes Guerra Discos "no sólo no hemos subido los precios sino que además estamos incluso bajándolos continuamente con promociones y ofertas, que al fin y al cabo son bajadas de precio encubiertas", insiste.

El responsable del establecimiento explica que debido a las descargas y servicios de visión online "el alquiler es un producto que ya no soporta subidas de precio", así que "estamos en desventaja porque hay que acercarse al videoclub y luego devolver la película". Para llamar la atención del cliente hacen promociones por cantidad y por día, por ejemplo "llévate dos pelis para dos días por tres euros", o si es una película que ya lleva más tiempo en DVD se puede alquilar incluso por un euro al día. "Nosotros antes no habíamos llegado a alquilar una película por un euro nunca, aunque hay gente que lo hacía hace tiempo", confiesa Fuentes Guerra. En su opinión, este negocio "empieza a ser ya artesanía" porque los que siguen siendo usuarios de videoclub "no sólo van buscando ver una película sino consejo, orientación y disfrutar del proceso de elección; es un perfil diferente porque saben que ese producto está en la red pero prefieren optar por alquilar".

Galerías de arte

Con esperanza han recibido las galerías la decisión anunciada por el Gobierno central la pasada semana sobre una bajada al 10% del IVA en transacciones de arte. En opinión de Carmen del Campo, esta medida es "muy positiva" ya que "la subida al 21% fue catastrófica para la creación artística española" y puso al arte nacional "en una situación de agravio comparativo con todos los países europeos".

La galerista indica que ha soportado este elevado tipo impositivo "reduciendo los márgenes comerciales para no agravar más las obras de arte" y añade que esta situación "ha afectado directamente al desarrollo de las industrias culturales, sobre todo a las galerías del mercado primario como la nuestra". Para animar al consumo, Carmen del Campo transformó su galería en 2012 en centro de arte (ubicado en la calle Conde Robledo), ha creado un periódico cultural, talleres y una tienda de regalos en la que se pueden encontrar obras gráficas desde 18 euros.

También ha tenido que adaptarse a los nuevos y duros tiempos Carlos Bermúdez, que está en proceso de transformación de su galería: "Para mí lo que ha supuesto el 21% es un recorte en las ventas", ya que ha aumentado considerablemente el precio de las obras. Bermúdez confiesa que ha soportado "muy mal" este elevado tipo impositivo, de hecho la galería lleva ya dos meses cerrada a la espera de convertirse en café-galería, lo que demuestra que "hay que reinventarse porque la situación está muy mal"

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