Historias de superación que demuestran la igualdad

conmemoración Una docena de asistentes con minusvalía cuentan su experiencia de vida

Más de 150 personas celebran el Día de la Discapacidad en Fepamic

1. Representantes de asociaciones que trabajan en la promoción de personas con discapacidad junto a la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Silvia Cañero (en el centro) 2. Asistentes a la actividad denominada Pecha Kucha 'Ideas que mejoran vidas contadas en primera persona'. 3. Raúl Rodríguez en un momento de su intervención.
L. Chaparro

03 de diciembre 2011 - 01:00

Raúl Rodríguez tiene 29 años, el título de Educación Secundaria Obligatoria y otro diploma que le acredita como auxiliar administrativo. Ha trabajado como conserje, en un lavadero de coches, de acomodador en el Gran Teatro y ahora está de ayudante de panadería en una gran superficie. Su historia es como la de cualquier otro joven cordobés, pero la diferencia es que Raúl tiene síndrome de Down y ha realizado toda esta andadura profesional sin ningún tipo de complejo. El joven participó ayer en el primer Pecha KuchaDiscapacidad Córdoba, en el que una docena de personas con minusvalía contaron sus experiencias de vida y los proyectos de las asociaciones a las que pertenecen. El Pecha Kucha se creó en Japón como método para presentar proyectos de una forma original, clara y concisa y ayer logró llenar el salón de actos de Fepamic. Sin duda, una iniciativa que logró que los asistentes prestaran más atención que en otras ocasiones a los largos discursos e intervenciones institucionales.

La iniciativa se desarrolló con motivo de la celebración del Día de la Discapacidad y, en el caso de Raúl Rodríguez, vino a demostrar que sufrir algún tipo de minusvalía no es sinónimo de estar parado, sino de seguir adelante con un poco más de esfuerzo. En su relato, el joven hizo un repaso a su vida y quiso dejar bien claro que la natación es una de sus actividades deportivas preferidas. No en vano, "sigo machacando la natación en Lepanto", señaló. Raúl Rodríguez logró conmover a los asistentes cuando concluyó su relato y exclamó "gracias a todos por escucharme".

"He crecido sin miedo y seguridad y he conseguido que confíen en mí", aseguró Rosa María Sánchez, en representación de la Asociación en favor de las personas con discapacidad intelectual de Córdoba (Aprosub), y que insistió en tras muchos años de trabajo "me gusta que me valoren".

Ambos participaron sin ningún tipo de reparo en esta iniciativa, denominada Ideas que mejoran vidas, contadas en primera persona. La encargada de dirigir el acto fue Reyes Romero, en representación de la ONCE y con deficiencia visual; para ella, el Día de la Discapacidad es una jornada de "fiesta". Romero lanzó una petición para que la vida de las personas con algún tipo de discapacidad sea mucho mejor y consideró necesario "quitar las barreras psicológicas, porque son las peores".

Una taller de psicobaile fue la propuesta que presentó la fundación Promi y que busca mejorar las habilidades sociales de las personas con algún tipo de minusvalía, mientras que el colectivo Autismo Córdoba presentó un libro hecho por una veintena de niños y la Asociación de parálisis cerebral y otras afecciones similares (Acapcys) un trabajo cinematográfico.

Al acto también acudió la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Silvia Cañero, quien recordó a lo largo de 2011 se han destinado más de 20 millones de euros para el mantenimiento de las más de 2.100 plazas concertadas en centros de atención. En Córdoba hay 41.767 personas -21.245 hombres y 20.522 mujeres- que sufren algún tipo de discapacidad; la mayoría de carácter físico.

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