Arte Contemporáneo

Flora 2023 ya brota en Córdoba

El montaje 'Flor Negra / Eco blanco' del lituano Tadao Cern, ganador de Flora 2023.

El montaje 'Flor Negra / Eco blanco' del lituano Tadao Cern, ganador de Flora 2023. / Miguel Ángel Salas / Juan Ayala

Flora tiene la virtud de traer el otoño a Córdoba cada año. Su eficacia para acercar la lluvia supera a las procesiones en rogativas. Aunque también es su desgracia. El festival tuvo que prorrogar de urgencia la hora de su inauguración de este viernes, de las 11:00 a las 15:00, por los problemas ocasionados por el temporal de viento y agua del jueves que trajo la borrasca Aline. Ya le cayó el chaparrón a las instalaciones en la edición del año pasado: "A esta gente hay que traerla siempre para que llueva".

Acertaron en el cambio de hora con exactitud. Durante la mañana llovió intermitentemente; a las tres de la tarde se abrió el cielo y, con él, también las flores, las que podían abrirse hueco con los pétalos en el entramado estructural donde se apelotonan dibujando figuras y, a la vez, formando parte de los mensajes que los artistas intentan transmitir con sus creaciones.

Flora es "una respuesta contemporánea a toda esa cultura que en Córdoba hay en torno a la tradición de los Patios", define su directora general, María Van den Eynde, en la guía del festival editada por El Día. Así ha vuelto a demostrarse en el primer día en que se ha puesto en contacto con la calle, con la gente. A pesar de las horas de apertura y la aparente inestabilidad del tiempo, el cordobés y el turista han dado la réplica a Flora visitando desde temprano los cinco patios, ya tradicionales, que guardan las obras de esta sexta edición. 

Empezando por el Palacio de Viana, la instalación titulada Mecanismo artificial de defensa, de la artista coreana Ha II Hwa, ya es una muestra muy significativa de la temática escogida por la dirección del festival para este año: la inteligencia vegetal. La planta se aferra a la fuente de agua ornamental que hay en el centro del Patio de las Columnas como puro instinto natural de supervivencia, pero también emergen de ella una serie de cables que la conectan con un aparato en una alusión a que la tecnología y la inteligencia artificial pueden intervenir en el mecanismo de las plantas para adaptarlas a nuevos entornos de la naturaleza y condiciones más adversas.

La propuesta del combinado ruso Flowgardenz en el Palacio de Orive despieza el microscópico interior de una célula vegetal sublimando floralmente cada una de sus partes, hasta un tamaño gigante con la intención de resaltar la importancia de las plantas. Para ello se han necesitado hojas de bambú, clavel, craspedia, crisantemo, erygium, flor de loto, kuwa, lenteja de agua, musgo y siempreviva, además de materiales para conformar la estructura. "Todo está diseñado como un viaje al proceso real que ocurre en una célula que está viva", explicaba un informador del festival a un grupo, sobre una construcción que ha merecido el segundo premio.

Propuesta del combinado ruso Flowgardenz, en Orive, segundo premio del certamen. Propuesta del combinado ruso Flowgardenz, en Orive, segundo premio del certamen.

Propuesta del combinado ruso Flowgardenz, en Orive, segundo premio del certamen. / Miguel Ángel Salas / Juan Ayala

 

La ruta podía continuar por la Diputación de Córdoba o por el Museo Arqueológico. En el Patio del Reloj de la sede provincial se encuentra la instalación española del colectivo Flowers by Bornay, titulada Mobilis in mobili (Movimiento entre movimiento), inspirada en esa frase que Julio Verne repite en algunos pasajes de su clásico 20.000 leguas de viaje submarino. Fabricada exclusivamente con una especie (Tillandsia usneoides) y apoyada en una estructura de hierro, la obra terminada y expuesta es completamente sugerente.

El Casco Histórico es idóneo para terminar el buen atracón de flores. Primero en el patio del Museo Arqueológico y luego el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral, o viceversa, pues ambas instalaciones se han inspirado en el pasado de Córdoba y el legado cultural de las civilizaciones. El artista floral lituano Tadao Cern ha utilizado la alberca de la entrada del museo inyectando tinta negra en el agua para provocar que algunas flores blancas se tiñan de un oscuro, que parece malva, y jugar con el simbólico contraste de ambos colores (Flor Negra / Eco blanco, se titula) como ejemplo de la solidaridad y resistencia de Córdoba (lo blanco) a lo largo de la historia. Su creación ha sido merecedora del primer premio.

Duramen es la obra que la artista floral británica Harriet Parry expone en el Patio de los Naranjos. El duramen de un árbol es su parte central, la más seca y dura, la que sostiene todo el peso con el paso del tiempo gracias a la cantidad de sustancias preservantes que produce el propio árbol. El tronco, representado por la selección de flores de la inglesa, descubre en su interior el legado del árbol según la cantidad de anillos que rodean. De fondo suena el coro de la Catedral, las campanas, las fuentes y otros ecos del edificio. "Igual que el duramen nos cuenta la historia del árbol, la Mezquita-Catedral es el retrato más bello y representativo de la historia de la ciudad, es el duramen de Córdoba", expone. 

Camisetas amarillas por todas partes

"Flora es el festival internacional de arte floral más importante del mundo, los Oscar de las Flores". Bajo esa certeza unánime, en Córdoba se reúnen cada año una selección de los mejores talentos mundiales que existen a la hora de convertir plantas en estructuras de arte contemporáneo. No contento con ello, se ponen a competir "gratis"; es decir, todo pagado en lo que se refiere a producción artística y dietas, pero sin recibir honorarios, que en el caso de algunos alcanza el caché hasta los 50.000 y los 100.000 euros por instalación. En el mejor de los casos, el ganador se lleva un premio de 25.000 euros, mientras que el segundo recibe 10.000 euros.

Su impacto en la ciudad durante los días que se celebra el festival es palpable. Tanto en el turismo como en la imagen que se ve por las calles. Flora cerró su quinta edición (2022) con casi 200.000 visitas, mejorando su impacto económico en la capital. Las camisetas amarillas del personal que trabaja en el festival han conquistado el perímetro donde se desarrolla y se reproduce en autobuses de Aucorsa, bares o restaurantes, hoteles... 

Un grupo de personas observa la creación de la artista coreana Ha II Hwa en Viana. Un grupo de personas observa la creación de la artista coreana Ha II Hwa en Viana.

Un grupo de personas observa la creación de la artista coreana Ha II Hwa en Viana. / Miguel Ángel Salas / Juan Ayala

Aunque la ciudad ya está prendada, el salto mediático de Flora a nivel nacional e internacional parece tener aún mucho recorrido. En busca de ese objetivo, el festival ha preparado esta mañana una visita guiada con periodistas de medios de comunicación españoles y extranjeros.

"Se trata de una disciplina artística muy concreta, pero la mayoría del público que lo visita no es especialista en arte floral contemporáneo, por eso puede seguir creciendo como lo han hecho la fiesta de los Patios y atraer más gente, aunque tampoco el objetivo del festival se centre en masificarse", aportaba un señor cordobés al respecto de una cita que, hasta el próximo miércoles 25, copa gran parte de las miradas de locales y turistas en Córdoba.

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